No importa si el botín es una herencia millonaria o unos anillos de bisutería. Según abogados expertos en Derecho de Familia, las peleas por el reparto de bienes encabezan el ranking de conflictos familiares. Ninguna herencia se salva de la polémica ni del conflicto, llegando incluso a la vendetta. Cuando hay dinero de por medio, la cohesión familiar se derrumba, los parentescos desaparecen, los sentimientos se revuelven y padres, hijos, hermanos y adláteres sacan lo peor de sí mismos para llevarse la mayor parte del pastel. Hasta que la herencia nos separe (Esfera de los Libros) recoge historias de dinero, pero también duelos entre hermanos e historias de celos y traiciones.
"Las herencias están en el podio de los conflictos a nivel familiar y empresarial. Si no acaban en un juzgado, lo hacen en un despacho de abogados", explica el periodista Jesús Salgado, autor de este libro que reúne algunas de las trifulcas más sonadas entre los herederos de grandes fortunas españolas.
"A nivel del Estado español existe la obligación de dejar la legítima porque la legislación suele proteger el derecho de los hijos, pero la CAV cuenta con la peculiaridad de que no es obligatorio". Aunque Euskadi es una de las zonas con menos disputas públicas de herencias, Salgado tiene in mente el caso de la familia Ybarra, una de las dinastías con más solera de Neguri. "Que entraron en conflicto porque el hijo mayor, Santiago, que no tiene descendientes, quiere el palacete de toda la vida de la familia Ybarra, en Neguri. Pero la madre, que ronda los cien años, ha dicho que la casa es para los nietos, es decir, para los hijos de Emilio Ybarra y su mujer María Aznar. Y eso lo puedo hacer porque el régimen del País Vasco lo permite", aclara Salgado.
Además de esta pugna que agitó el corazón aristocrático e industrial de Bizkaia, el periodista aborda en su libro 35 casos de enfrentamientos y disputas sin cuartel. "Porque una herencia sin conflicto no es una herencia, es un milagro", matiza Jesús Salgado. "Es que no se trata solo de una cuestión de dinero, que también, sino que en la herencia está en juego el pedigrí familiar, el ADN, en el sentido de decir yo voy a ser el que lidere la siguiente generación. Por eso se pugna por ser el heredero que quede mejor parado".
con un burofax
Llongeras fue despedido por su hija
Entre los casos prácticos que proporciona Hasta que la herencia nos separe, llama especialmente la atención, por morboso, el caso del peluquero Lluis Llongeras, despedido a través de un burofax emitido por su hija Esther, administradora única de la empresa. "El asunto es que era legal porque Llongueras cometió un error al crear la empresa y fijar el 25% para él, el 25% para su mujer y el 50% para sus hijas. Porque luego se enamoró de otra mujer, se montó un lío familiar y la mujer y las hijas, con el 75% de la empresa, le despidieron a través de un burofax", explica Salgado.
También es duro y frío el caso de Santiago Dexeus, el famoso ginecólogo. "Que llega un día a la oficina, mete la tarjeta para el parking y no funciona, sube al despacho y le han cambiado la cerradura. Una forma muy sibilina de echarle a la calle. Pero estaba contemplado en los estatutos", indica.
Se dan casos tan rocambolescos como reclamar una herencia mediante esquelas en distintos periódicos como hicieron los herederos del empresario Luis García Cereceda, que controló los hilos de la política madrileña y nacional hasta su muerte. La batalla por la herencia de Cereceda no cesó ahí. Se sucedieron también encontronazos en los funerales, litigios televisados y hasta expulsiones de la residencia familiar. Y eso que el empresario ya se encargó de hacer en vida un reparto que, por lo visto, no satisfizo a las partes.
Otro imperio en la cuerda floja por sus desacuerdos fue el de la galletera Gullón que estuvo a punto de saltar por los aires. La propietaria de la empresa, María Teresa Rodríguez, fue destituida de la presidencia por sus hermanos y tres de sus hijos. Sin poder organizar la junta de accionistas en la sede de la firma, Rodríguez la convocó en un Mercedes de su propiedad. Allí se aprobó cesar de sus cargos a los tres hijos y hermanos, y que ella recuperara el control total de la compañía.
"solo hay bocadillo para seis"
El clan de los Ruíz Mateos; la estafa también en casa
En el caso de los Ruíz Mateos, uno de los mayores clanes empresariales españoles, la herencia se encuentra en el alambre. En su día, José María, el patriarca, un hombre conservador y católico, pactó con su familia una curiosa cláusula so pretexto de que "aquí solo hay bocadillo para seis". Así legaba su entramado empresarial de Nueva Rumasa a sus seis hijos varones y sus siete hijas renunciaban a la gestión y propiedad de las empresas que constituían Nueva Rumasa porque serían compensadas económicamente con "importantes cantidades dinerarias, bienes o activos", sin concretar cifras.
Pero con la falta de liquidez llegaron los problemas. Los varones hipotecaron incluso propiedades de sus hermanas con el fin de obtener efectivo, por lo que una de ellas, Begoña, ha interpuesto una demanda contra ellos "ya que, además de no cobrar ninguna de las asignaciones prometidas, podría perder su casa", afirma Salgado. La querella de Begoña Ruiz-Mateos, la preferida del patriarca, contra sus hermanos amenaza con socavar los cimientos del clan que hasta hace poco presumía de su férrea unión.
La colisión de intereses también alcanza el legado de Severiano Ballesteros, quien testó el 90% de sus bienes para los hijos que tuvo con la hija de Botín , y el 10% se lo dejó a su sobrino, mano derecha, confidente, apoyo moral y emocional. Pero ese 10% corresponde a la presidencia de su fundación que explota sus derechos de imagen y generan un gran volumen de negocio. Y es ahí donde está focalizado el pleitio.
la pelea borja-tita
Los Thyssen, atrapados por el pacto de silencio de Basilea
La fortuna del barón Thyssen es un auténtico filón para sus descendientes. "Todo el problema que Carmen Cervera tiene con su hijo es por el pacto de Basilea que el barón hizo firmar a sus herederos, un pacto que no contemplaba a Borja y que dice que aquel que haga público su contenido se queda sin herencia", explica Jesús Salgado. "Tita trató de calmar a Borja dándole cinco millones de euros progresivamente hasta los 35 años. Pero parece que no han sido suficientes", matiza el periodista.
Salgado continúa desgranando el culebrón. "Hoy la baronesa se enfrenta a su hijo Borja, que le reclama su parte. Aunque él sabe que no puede forzar a nada a la madre porque él va a heredar la parte de Tita, con el problema de que ella no puede hacer público lo que heredó, pues lo perdería. Pero hablamos de un patrimonio altísimo. Por ejemplo, le habían dejado una casa en Suiza que ha alquilado por 300.000 euros al año porque anda mal de efectivo, más los 300.000 que le pasa la madre, yo creo que dan para tirar... Aunque todo depende del nivel de vida y por citar un ejemplo, en la finca donde viven Borja y Blanca, su mujer, hay que pagar de comunidad 50.000 euros anuales", precisa Salgado.
"Hay familias que, a partir de la muerte de un familiar al que heredan, quedan distanciadas para siempre. Porque no se están peleando solo por dinero. Se libran batallas de poder según el lugar que cada uno ocupó en la familia históricamente. Además las peleas por una herencia, rara vez se superan", afirma Marta Núñez, abogada especialista en Derecho de Familia.
Epígrafe
Cómo gastar 20.000 euros en pleitos para recuperar 6.000
"Sobre todo, el problema de la herencia se da porque la gente se resiste a testar. Sin embargo, es la mejor solución. Los romanos ya lo decían en su época. Para que se acuerden de ti una vez muerto, haz testamento. Así dejas las cosas aclaradas aunque haya casos que con testamento de por medio también suscitan pelea. Pero lo que ocurre es que la gente es reacia porque parece que es como proclamar tu muerte en vida y dar por finalizada tu existencia", indica Salgado, quien destaca el papel de excepción que juega Hacienda. "Si eres heredero directo tributas en torno a un 7 o un 10%, y si es un sobrino puede llegar al 40% pero a herencia revuelta ganancia de abogados, procuradores... Y Hacienda además nunca cobra en bienes patrimoniales, cobra en cash".
El periodista cita algunos litigios sangrantes que se prolongan indefinidamente."Como el conflicto entre unos sobrinos (por la parte de ella y de él) que llevan veinte años pleiteando en Galicia por una herencia de 10.000 euros y un Ford Fiesta que tiene ahora mismo 25 años. De los 10.000 euros que había en cuenta, solo les quedarán 6.000 a repartir y hasta ahora lleva gastado cada sobrino 20.000 euros", ejemplifica.
Las herencias dan el golpe de gracia a cualquier familia. "Ha sucedido con Alvarez Díez del grupo Eulen y Bodegas Vega Sicilia, que tuvo que dar un puñetazo en la mesa después de que sus hijos quisieran apartarle del poder. El patriarca, con 85 años, me ha confesado que ahora no lo hubiera hecho porque ni se reúnen en Navidad, ni los hijos van a la casa de veraneo... Uno de los principales hándicaps es que los hijos suelen estar presionados por los adláteres, esposas, esposos... que avivan el fuego. Por eso lo mejor es que los herederos se aíslen y entre ellos lleguen a una solución. Y sobre todo que no se meta la Justicia", proclama Salgado después de ver cómo muchas sucesiones han terminado explotando como dinamita.
Por si el reparto de bienes no fuera en si mismo bastante complicado, a todo ello se añade la existencia en España de la figura legal de los cazaherencias, personas que se dedican a husmear en aquellos patrimonios sin herederos para, tras comunicárselo a Hacienda, recibir una recompensa del 10% del valor de lo revelado.