Vitoria. La trágica muerte del ciclista Iñaki Lejarreta, arrollado por un turismo en Iurreta (Bizkaia) el pasado 16 de diciembre, ha vuelto a evidenciar el riesgo de los usuarios de la bicicleta en las carreteras. Tras la marcha de más de 2.000 ciclistas para homenajear al que fuera atleta olímpico en Pekín en bicicleta de montaña, llega el momento de plantearse mejoras para evitar que este tipo de situaciones se repitan. En el Parlamento Vasco, los grupos de EH Bildu y PP ya han exigido al Gobierno autonómico que tome medidas.

El punto común de ambas propuestas es el de garantizar la seguridad de los ciclistas. Por un lado, la parlamentaria de la coalición Rebeka Ubera Aranzeta defiende una proposición no de ley para trabajar en una guía para la seguridad de ciclistas. Propone para ello que se trabaje entre el departamento de Seguridad, el de Educación y la Federación Vasca de Ciclismo. Por otro, el popular Antonio Basagoiti da un plazo de tres meses al Gobierno Vasco para presentar ante la Cámara un plan de actuación para mejorar la seguridad de los ciclistas. El PP apuesta por mejorar la formación vial y la construcción de infraestructuras, aumentar el control de automóviles y camiones o asegurar la presencia de la Ertzaintza en las zonas más frecuentadas por los usuarios de la bici.

Euskadi cuenta en la actualidad, según los datos que maneja la Federación Alavesa de Ciclismo, con unas 7.000 licencias de cicloturistas. Son personas, ajenas al mundo profesional de la bici, que circulan por la red viaria. Lo habitual es que sea en la red secundaria, en arcenes en ocasiones en malas condiciones, o incluso sin ellos. Álava es un territorio muy recorrido por estos aficionados, porque son vías menos transitadas y, en algunos puntos, menos peligrosas que Bizkaia y Gipuzkoa.

Así lo señala el presidente de la Federación Alavesa de Ciclismo, Florencio Martiarena, quien lamenta que haya pocas medidas para evitar situaciones de riesgo a corto plazo, pero sí las ve a medio o largo. Y la clave, más incluso que unas mejoras en las carreteras que dependen de la disponibilidad económica, está en la "educación vial". "Es un tema complejo que no tiene soluciones de la noche a la mañana, pero mejorar esa concienciación sería fundamental", valora.

Desde la asociación de ciclistas urbanos de Vitoria Bizikleteroak esperan conocer la letra pequeña de estas propuestas parlamentarias. Uno de sus portavoces, Rubén Rodríguez, recuerda que temas como éste son los que llevaron al Gobierno central a plantearse exigir el casco obligatorio a todos los ciclistas, una posibilidad contra la que colectivos de usuarios iniciaron una campaña de recogida de firmas: "En países como Australia esta obligación al final bajó a los usuarios de la bici. El uso del casco debe ser optativo, no una obligación. Los ciclistas no podemos ponernos una coraza. Otra cuestión es que cambie la educación. Que los coches respeten a los ciclistas".

Rodríguez apuesta por incidir, por tanto, en la concienciación, algo que "los gobernantes a menudo no entienden". En que los conductores vean que los ciclistas son los usuarios frágiles de la carretera. Porque, "si todos guardan el metro y medio de seguridad al adelantar a un tractor, ¿por qué no hacen lo mismo con un ciclista?". Desde la Asociación de Ayuda en Carretera, DYA, precisamente consideraron que muertes como la de Lejarreta deben invitar a la reflexión conjunta sobre la "fragilidad" de los usuarios de la bici y la necesidad de extremar la precaución al ponerse al volante.

Más de 190 accidentes No en vano, según datos del Departamento vasco de Seguridad, conocidos tras la muerte de otro corredor profesional Víctor Cabedo en septiembre, hasta ese mes se habían registrado 192 accidentes de tráfico con ciclistas. Dos de ellos perdieron la vida y 25 sufrieron heridas graves, cuatro de ellos en Álava. Entre ellos puede haber víctimas anónimas o deportistas conocidos, pero en todo caso son tragedias que, quizá, con nuevas medidas pueden evitarse. Bildu, por ejemplo, no menciona a Lejarreta en su propuesta; simplemente habla de "un ciclista" fallecido en Iurreta. La carrera para evitar situaciones así ya ha empezado; ahora es cuestión de que las instituciones lleguen al sprint final. Y que las medidas que tomen no se queden en el tiempo de un criterium, sino en el de una Gran Vuelta.