Tal y como informó en su día este periódico, la Diputación alavesa ha destinado en sus Presupuestos una partida que permitirá iniciar los trabajos técnicos para la solicitud a la Unesco de la declaración de la cuenca del Zadorra como Reserva de la Biosfera. Aunque se trata de un espacio fuertemente humanizado desde antiguo, el río conserva parajes llenos de valor paisajístico y natural, lo cual no ha pasado desapercibido a los integrantes de la Agrupación Ciclista Geola Taldea BTT de Vitoria-Gasteiz, cuya particular sensibilidad y afición a las actividades en la naturaleza les han impulsado a recorrer los caminos que discurren paralelos al Zadorra, desde su nacimiento en la Sierra de Entzia, hasta su confluencia con el Ebro.
Geola Taldea se autodefine como un grupo de amigos con una misma afición, La BTT, y un mismo lema, "nadie se queda solo". Entre sus aspiraciones, además de la práctica del ciclismo, están las de facilitar el acceso público respetuoso al medio natural, conectar las áreas rurales con los entornos urbanos, promocionar los medios de movilidad sostenibles, en su caso la bicicleta, integrar armoniosamente los aspectos naturales e históricos, así como engarzar una red territorial flexible que incorpore toda la riqueza cultural y paisajista de Álava.
Devolver relevancia En ese marco, Geola Taldea se ha propuesto devolver al cauce del río Zadorra la relevancia que tuvo en el pasado, compensando, en sus propias palabras, "el tratamiento que ha soportado durante la industrialización de Vitoria-Gasteiz". En definitiva, se trata de "poner en valor todo el entorno de su cuenca para disfrute, conocimiento y conservación, convirtiéndolo en una ruta tanto de esparcimiento, como de actividad física, a la vez que un legado para futuras generaciones".
Dicho y hecho. Los miembros de Geola Taldea pasaron a la acción recorriendo sobre el terreno una posible ruta, que ellos han diseñado hasta los menores detalles. Fruto de su trabajo es la propuesta de un itinerario de 90 kilómetros de recorrido que se inicia en el mismo nacedero del río y termina en Lakorzana, en el que se han tenido en cuenta las características de accesibilidad y los aspectos naturales y paisajísticos.
Como bien apuntan los miembros de Geola Taldea, la importancia del río Zadorra no es sólo natural, sino también histórica, ya que el valle que ha ido formando el Zadorra a lo largo de las eras geológicas ha constituido, en sentido amplio, el asentamiento de la Álava originaria, ya desde los momentos en el que los romanos decidieron que transcurriera por él su calzada Iter XXXIV ab Asturicam Burdigala, que constituyó un auténtico motor civilizador.
En principio esta ruta ha sido dividida en cuatro tramos. El primero, el más montañoso, desde el nacedero hasta el pueblo de Munain; el segundo, el cauce alto del río, entre Munain y la presa del embalse de Ganboa; el tercero, el cauce medio, hasta Lacorzana; y, por último, la desembocadura en el Ebro, en el término de Zambrana.
El nacedero del río Zadorra se encuentra en la sierra de Entzia, en una cota de 1.045 metros de altitud. De aquí hasta Munain se ha señalizado un sendero de pequeño recorrido, pero sería preciso acondicionarlo para su recorrido en bicicleta de montaña. Este camino pasa por el robledal de Okariz y Munain, que conserva varios centenares de árboles centenarios y, según se dice, alguno milenario.
De Munain la ruta del Zadorra enfila hacia la villa amurallada de Salvatierra. Geola Taldea propone entrar en Agurain por el sur, por el Portal del Rey, para recorrer la Plaza de San Juan y la calle Mayor, con sus espléndidas casonas blasonadas, hasta la salida por Santa María hacia Zuazo de San Millán y Heredia. Por el camino, el Zadorra va recibiendo los aportes de múltiples arroyos que descienden de los montes.
Por Agurain la ruta del Zadorra se ha cruzado con el llamado Camino de Santiago del Interior, que desciende desde el Túnel de San Adrián, para juntarse aquí con el antiguo trazado de la calzada romana y seguir hacia Gasteiz. En Heredia se encontrará con el Camino Real de las Postas que, proveniente asimismo de Sandrati, se dirige hacia Vitoria por el norte de la Llanada.
El curso del Zadorra ha sufrido aquí muchos cambios. Ya en el siglo XVII fue desviado para llevar sus aguas a un molino, dejando en Audikana dos puentes sobre el antiguo cauce hoy seco. En 1963 se realizaron diversas obras de canalización que acabaron con los meandros que el río describía en esta zona. La ruta pasa junto a Gebara, a la sombra de su castillo y de su palacio, para cruzar el Zadorra por un pequeño puente situado a la salida de la localidad, llegando hasta otro más grande y moderno, construido hace unos veinte años, justo después de la unión del Zadorra con el río Barrundia, también llamado Río Grande, en el mismo inicio del embalse de Ganboa.
Este segundo puente no se cruzará, sino que se cogerá un camino por su margen izquierda, que llevará hasta el lugar donde se ubicaba la aldea de Garaio, hoy poco más que unas ruinas dentro de lo que es el Parque del mismo nombre, desde donde la ruta seguirá la Vuelta del Embalse, excelentemente acondicionada por el departamento de Medio Ambiente de la Diputación alavesa dentro de su Red de Itinerarios Verdes. De esa manera, la ruta llega hasta la presa del pantano, en Arroiabe. Aquí la ruta trazada por Geola Taldea se aparta un poco del curso del río, ya que para seguirlo no hay otra opción que circular por la carretera. Así es que el itinerario sigue por Amarita para enlazar con la Vía Verde del Ferrocarril Vasconavarro, que procede de Arlaban, llegando a Gamarra y al Anillo Verde de Gasteiz.
Hacia el sur Siguiendo el curso del Zadorra por Abetxuko, Gobeo y Krispijana, la ruta llega a Trespuentes. Tras cruzar el puente, llamado romano aunque es del siglo XVI, se llega al lugar donde se erigió la Iruña de Beleia que, ésta, sí es romana. Otro magnífico puente y los ciclistas entran en Villodas, tomando hacia la ermita de San Toribio, desde donde se coge el camino que lleva a Nanclares de Oca. Éste es el camino que recorrieron el día 21 de junio de 1813 el Duque de Wellington y el General Álava, mientras se desarrollaba la llamada Batalla de Vitoria.
De Nanclares a La puebla de Arganzón, por el antiguo Camino Real, y de allí a Manzanos y Armiñón, donde es de admirar el antiguo molino. De allí a Ribaguda y Lakorzana, donde se levanta la antigua torre de los Hurtado de Mendoza, en buen estado de conservación. Antes de llegar al Ebro se encuentra la laguna de Lakorzana, un importante humedal recuperado. Un último molino y la muga con la provincia de Burgos marcarán el final de la ruta.
Geola Taldea ha querido dedicar su trabajo a la figura de Gerardo López de Gereñu, que en 1958 escribió un libro titulado El Zadorra nos cuenta su vida, que con un lenguaje a medio camino entre lo poético y lo científico, les ha inspirado en su empeño por que todos conozcan este río sin el que Álava no podría entenderse.