SUBTERRÁNEA, negra, desconocida, preciado tesoro gastronómico, afrodisíaca y con un toque de distinción. Así es la trufa negra. Uno de los alimentos más selectos y cotizados del mercado que será el protagonista durante la mañana del sábado en la Plaza de Abastos de Vitoria. Álava, la única provincia de Euskadi en la que se produce trufa negra, ya cuenta con los primeros ejemplares de la temporada, que se prolongará hasta marzo. "Las condiciones climatológicas de este año van a hacer que la producción sea escasa a lo largo de toda la temporada, pero la magnífica calidad de las primeras que hemos recogido nos indica que podremos disfrutar de unas trufas excelentes", señala Ramón Barrón, presidente de la Cooperativa de la Trufa Negra de Álava.
Desde las 10.00 horas se instalarán dos puestos en el acceso principal de la Plaza de Abastos. En uno de ellos se podrá adquirir trufa negra fresca. "Se trata de un producto caro, pero con muy poco, 5 o 7 gramos, se puede enriquecer cualquier plato, así que está al alcance de cualquier bolsillo", asegura Barrón. Los precios a los que se ofrecerán los primeros ejemplares oscilarán entre los 500 y 700 euros el kilo.
En el otro stand, los visitantes podrán descubrir una amplia variedad de productos con trufa negra, que bajo la marca Trufa Selecta, se pondrán también a la venta: aceite de oliva, crema de queso, crema de morcilla, mi-cuit, vino blanco, cervezas etc. "Ofreceremos una amplia gama de productos locales y artesanales a los que hemos añadido trufa negra. Para estas próximas fiestas son ideales y un lujo muy asequible", anima el presidente.
Degustación gratuita A lo largo de la jornada, la Federación de Sociedades Gastronómicas de Álava Boilur ofrecerá a los visitantes una degustación gratuita de cervezas con trufa negra. Será a partir de las 11.00 horas y se repartirán más de mil raciones. "Queremos invitar a que se acerquen tanto a los vitorianos como a todos nuestros vecinos de los pueblos de alrededor, ya que la cita del sábado será una nueva ocasión para poder degustar y adquirir trufa negra", comenta Barrón.
Además, durante la mañana, expertos truficultores satisfarán la curiosidad que despierta este hongo a los visitantes. Curiosidad aún mayor si uno se acerca a los lugares en los que se esconde el fruto y acompaña en su búsqueda a los ya experimentados productores acompañados de sus perros.