BARCELONA. La Generalitat, los partidos catalanes -menos PPC y Ciutadans- y el Consejo Escolar de Cataluña pidieron ayer una "enmienda profunda" del proyecto de reforma educativa del ministro José Ignacio Wert con la advertencia de que, en caso contrario, actuarán de forma "unilateral" aplicando la ley catalana.

Esta demanda figura en una declaración pactada en la cumbre en defensa del modelo de inmersión lingüística de la escuela catalana que se celebró en el Palau de la Generalitat, según informó el secretario general de CDC, Oriol Pujol. En la reunión, encabezada por el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, participaron los consellers Irene Rigau (Educación) y Ferran Mascarell (Cultura), así como los líderes de ERC (Oriol Junqueras), PSC (Pere Navarro), ICV (Joan Herrera), los nuevos diputados de la Candidatura d'Unitat Popular y los representantes de la Permanente del Consejo Escolar de Cataluña. La consellera de Enseñanza catalana, Irene Rigau, anunció por su parte que la Generalitat recurrirá la ley si se aprueba en los mismos términos del borrador actual y no se introducen las modificaciones que reclama la Generalitat. "Es evidente que si el texto continúa siendo este, nuestra posición no puede ser otra que llevar la ley al Constitucional. Para poder hacer políticas propias necesitamos el respeto a las competencias que tenemos atribuidas, si se altera esto, tendremos que ir a este tribunal", dijo Rigau. Durante el transcurso de la rueda de prensa, a Rigau le entregaron un texto con un "tercer borrador de la ley de Educación" que, según informó, llegó a la conselleria por correo electrónico a las seis de la tarde. Rigau comenzó a leer en voz alta los puntos claves del nuevo texto y concluyó en cuestión de minutos que "hay cambios de redacción pero la filosofía es la misma", de manera que sentenció que el texto tampoco convence a la Generalitat: "por tanto, no", afirmó. Para Rigau, el acuerdo con el ministerio es "imposible" si para garantizar el conocimiento del castellano y del catalán se propone separar a los alumnos por grupos de clase o por centros. "Es un modelo de sociedad lo que está detrás de este modelo educativo que tenemos, y que es de éxito. Aceptaremos sugerencias pero el principio clave es que no se separe a los alumnos", precisó la consejera.

Según abundó Pujol, la idea inicial es tratar de forzar un cambio en profundidad de la ley Wert tanto en el apartado competencial como en el "ataque" que supone a la inmersión lingüística, y en caso de que no sea así se dará preeminencia a la Ley de Educación de Cataluña (LEC). En todo caso, el líder del PSC, Pere Navarro, fue el que adoptó un tono más diferenciado en cuanto a que es partidario de poner el acento en la negociación porque, dijo, "vamos mal si hablamos de acatar o no las leyes", asunto sobre el que pidió un informe jurídico para explorar la posibilidad de dar preeminencia a la Ley de Educación de Cataluña.