Madrid. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) trabaja "en estos momentos" en la revisión de la documentación entregada por la central nuclear de Garoña para el cese de su explotación. Así lo confirmó ayer en el Congreso de los Diputados la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten, durante su comparecencia en la Comisión de Industria y Energía. Martínez Ten explicó los pasos a seguir después de que el pasado 6 de noviembre, Nuclenor, titular de la planta atómica burgalesa, entregara la documentación requerida por el CSN para el cese de explotación.

Así, refirió que el proceso para el cese de actividad de la central será determinado previo informe del CSN por tres resoluciones administrativas: la declaración de cese de explotación, la autorización de desmantelamiento y la declaración de clausura. "En estos momentos, el CSN trabaja en la revisión de la documentación entregada por Garoña para el cese de explotación" y antes de la fecha de parada remitirá al Ministerio de Industria los límites y condiciones asociados a la declaración del cese.

La siguiente fase, apuntó Martínez Ten, se producirá ya con la central parada, después del 6 de julio de 2013 -dijo-, y requiere una serie de actuaciones hasta declarar la autorización de desmantelamientos. Martínez Ten añadió que tienen mucha experiencia porque ya han hecho dos desmantelamientos, el de Vandellós I y el de Zorita, y añadió que, en todo caso, Garoña deberá elaborar un estudio definitivo del estado actual, instalación, emplazamiento y zona de influencia.

La presidenta del CSN también indicó que es importante que antes de la declaración de desmantelamiento hay que quitar el combustible del reactor y de la piscina, ya que no se puede empezar el desmantelamiento con ese combustible.

El Pleno del CSN acordó el mes pasado solicitar la comparecencia en el Congreso de los Diputados de su presidenta del organismo para informar sobre los resultados de las pruebas de resistencia efectuadas en las centrales nucleares españolas. El CSN, máximo organismo en materia de seguridad y protección radiológica, pidió esta comparecencia tras la publicación de las conclusiones de las pruebas de resistencia a los 145 reactores en activo en la UE.

En el caso de las centrales nucleares españolas, el Ejecutivo europeo ha planteado varias sugerencias para Almaraz (Cáceres), Ascó y Vandellós (Tarragona), Trillo (Guadalajara), Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia), y reconoce los avances ya logrados, como en la prevención de inundaciones.

Las pruebas de resistencia fueron impulsadas por la Comisión Europea tras el desastre nuclear de Fukushima y han detectado varias carencias en las plantas que operan en la Unión, aunque "en su conjunto, el grado de seguridad" es "satisfactorio", según el comisario de Energía, Günther Oettinger.