DONOSTIA. Pese a que la precariedad económica ha aumentado de forma preocupante en el último cuatrienio entre los jóvenes vascos, al igual que en otros grupos de población como las familias monoparentales, las personas solas o los inmigrantes, los indicadores de pobreza global, referidos al conjunto de la sociedad de Euskadi, son "similares a los de los países más avanzados de Europa".

Así lo ha asegurado, en declaraciones a EFE, el viceconsejero de Asuntos Sociales en funciones del Gobierno Vasco, Alfonso Gurpegui, quien ha comparecido hoy, en una sesión a puerta cerrada, ante la ponencia creada en las Juntas Generales de Gipuzkoa para concretar las necesidades de las personas empobrecidas.

Gurpegi, quien ha dado a conocer a los grupos junteros las principales conclusiones de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales de 2012, estadística que el ejecutivo autonómico elabora cada cuatro años, ha destacado que, si bien los efectos de la crisis están siendo "muy desiguales por colectivos" y afectando particularmente a los citados grupos poblacionales, "el sistema de garantía de ingresos" de Euskadi lo está "amortiguando".

En este sentido, ha recordado que las partidas que el Gobierno Vasco ha destinado a este tipo de prestaciones -RGI y complementos a pensiones mínimas- han pasado de unos 200 millones de euros en 2009 a rondar los 400 en este ejercicio.

Por ello y a pesar de las dificultades del momento actual, el sistema de prestaciones existente en Euskadi permite que la sociedad vasca siga siendo una de las más avanzadas a la hora de garantizar un nivel mínimo de recursos a los más desfavorecidos.

De hecho, ha comentado el viceconsejero, el indicador europeo AROPE referido a situaciones de dificultad económica, otorga al País Vasco una tasa del 19,9%, frente al 27% de la media española, el 23% de la UE-27 y el 21,7% de la UE-15.

Fuentes de la ponencia consultadas por EFE han agregado que, según la estadística del ejecutivo, los efectos negativos de la crisis también han hecho mella entre los vascos de mediana edad, de 45 a 54 años, cuya tasa de pobreza ha subido 1,2 puntos de 2008 a 2012, mientras que entre las personas de 35 a 44 la tasa actual se sitúa en el 5,4%.

Las mismas fuentes han calificado de "máxima preocupación" la situación de los jóvenes de 25 a 34 años por "el fuerte repunte de la tasa de pobreza real" -del 4% en 2008 y del 8,7% en 2012-, hasta el punto de considerar a este colectivo "el gran y auténtico perdedor de la crisis y, probablemente, el máximo problema social de Euskadi".

En el lado positivo se mantienen, según el informe presentado en la ponencia, "los grupos habitualmente más favorecidos", como las personas solas, las familias con miembros con trabajo estable y hogares encabezados por hombres jubilados.

Es, por tanto, a los mayores de 55 años a los que "prácticamente no afecta la crisis" en Euskadi, afirman las mismas fuentes, ya que sus "tasas de pobreza real" son en 2012 la mitad que en 1996.