Bilbao. Corren malos tiempos para ser rector. Pero usted repite... Valore de 1 a 10 cuánto hay en su decisión de responsabilidad.
Cero. Cuando decidí presentarme, una de las primeras cuestiones que me planteé fue si lo hacía por responsabilidad. Y respondí que no. Si hubiera sido solo por responsabilidad no me hubiera embarcado en este proceso electoral. Lo hago por la ilusión de seguir trabajando en uno de los proyectos institucionales más importantes del país que contribuye a su desarrollo y a su cohesión.
¿Y de masoquismo?
Ser rector nunca va unido a los malos tiempos, va unido a muchas oportunidades, a la posibilidad de contribuir a formar capital humano basado en el conocimiento. Sé que puede haber problemas de recursos, pero ser rector es una oportunidad.
¿De ambición personal?
Cero. Ya he sido rector cuatro años y la ambición personal no ha sido nunca un factor por el que me haya guiado. Lo que de verdad me anima a seguir como rector es la idea de que el futuro de Euskadi está en gran medida ligado a su universidad. No es una cuestión de ambición, sino de creer en el valor de la universidad y en que la UPV/EHU es futuro.
¿De confianza en su equipo? Un diez. Si antes he dicho que me movía la ilusión por el proyecto, tengo un equipo que está aún más ilusionado que yo. Sin proyecto uno no se puede presentar y menos ante los desafíos que debemos afrontar de cara al futuro. Esto es lo que ha determinado la decisión de presentarme.
¿Por qué deberían votarle a usted el próximo día 4?, además de porque es el único candidato.
Hemos demostrado en los últimos cuatro años que sabemos gestionar la universidad con rigor, con transparencia y que hemos sabido trabajar con normalidad institucional y académica. Además, creo que el proyecto que tenemos ha conseguido que la UPV/EHU haya avanzado en los distintos ámbitos, con claroscuros lógicamente. No obstante, la UPV/EHU necesita fortaleza y el respaldo de toda la comunidad universitaria -y más con un solo candidato- para poder seguir en el camino ascendente de los últimos años. Y no porque el rector lo diga, sino porque la UPV/EHU ha merecido el reconocimiento externo en base a criterios objetivos.
La universidad ha sido el foro natural de reflexión y contraste de ideas. Sin embargo, la comunidad universitaria de la UPV/EHU, por segunda vez, ha decidido que no se produzca ese debate de ideas para el futuro de una de las instituciones más importantes del país. ¿La UPV/EHU ha perdido a esa sana tradición universitaria?
Es muy importante que cada cuatro años se pongan sobre la mesa proyectos diferentes para contrastarlos y de esta forma mejorar. Es evidente que eso no ha pasado. Creo que hay distintas explicaciones, no certezas, que den respuesta a la ausencia de proyectos alternativos al nuestro.
¿Como cuáles?
Puede que nuestro proyecto aparezca como un proyecto respaldado institucionalmente y que, además, cuenta con el apoyo de una parte importante de la universidad.
¿Otra posible explicación puede ser que la elección de un rector ha perdido el interés porque ya no son percibidos como guías de la comunidad, sino como meros gestores de los dineros públicos bajo normas de la Administración de turno?
Creo que no. La UPV/EHU lo que hace es acordar con el Gobierno Vasco un Plan Universitario en el que se establecen apuestas, objetivos concretos y ahí el liderazgo de la universidad es fundamental. Si nosotros, por poner un ejemplo, decidimos que hay que conseguir 400 tesis al año significa que todo el conjunto de la universidad debe orientar su actividad a ese objetivo. Por tanto, no estamos siguiendo las directrices de una norma o un artículo de una ley, guiamos a la universidad en ejercicio de nuestra autonomía.
¿Teme que el próximo día 4 de diciembre en las urnas haya más votos en blanco que con su nombre?
Bueno, es una posibilidad. Y por eso peleamos para que el día 4 el voto Sí sea mayoritario. Cuando alguien se enfrenta a un proceso electoral tiene que contemplar las dos opciones: la de ganar con una amplia mayoría y también la de perder. De hecho hace cuatro años, cuando gané las elecciones al rectorado, tenía preparados los dos discursos porque la universidad merece en cualquiera de las circunstancias la explicación del candidato. Y en este caso, créame, también los tendré preparados.
La ausencia de candidaturas alternativas hace de las elecciones un plebiscito a su gestión. Póngase nota.
Ponerse nota a uno mismo es siempre complicado, soy profesor y estoy acostumbrado a poner nota a otros.
Ya, pero no vale decir que el profe
Dentro de los planteamientos realizados hace cuatro años, creo que hemos logrado un notable, notable-alto. Soy consciente de que no hemos conseguido algunas cuestiones muy concretas, pero hemos avanzado.
¿De qué se siente más satisfecho?
Si solo me permite decir una cosa, le diré que me hizo una ilusión especial el día que conocí que habíamos entrado en el ranking de Shangai, pero hay otros objetivos que me han hecho sentir muy satisfecho.
Venga, adelante, haga un poco de campaña. ¿No se cansa?
Ha sido muy importante haber recuperado la normalidad académica y que la UPV/EHU se haya afianzado aún más como referente de la sociedad.
¿Haber dejado atrás sus cuitas internas ha mejorado la imagen de la UPV/EHU?
Ha sido definitivo. Hubo un gran debate muy participativo y dimos una buena imagen. De igual modo, también ha sido importante la aprobación del Plan Estratégico, el Campus de Excelencia Internacional, aumentar el porcentaje del profesorado doctor, incrementar la producción científica, los avances en la oferta de euskera, el nuevo mapa de grados y que esos grados tengan el respaldo de la sociedad tal y como lo demuestran las matrículas, la nueva metodología docente...
La ausencia de otras candidaturas puede inducir a pensar que no hay una corriente crítica a su gestión. ¿Ha sido todo campo y playa ?
Evidentemente, en una universidad siempre hay distintas corrientes y nos toca acordar nuestros planteamientos con personas que no piensan igual. Existen corrientes críticas en la UPV/EHU, pero creo que una de nuestras características ha sido promover la participación e intentar llegar a acuerdos, siempre. Dicho esto, también está claro que hay posturas críticas con nuestra gestión.
¿Es consciente de que el sector crítico, el llamado sector constitucionalista, puede usar el voto en blanco como reprobación a su gestión?
Es una posibilidad. No obstante, en este mandato no hemos hecho una política académica que tenga en cuenta el apelativo constitucionalista, abertzale u otro. Hemos hecho una política para la universidad, creemos en la universidad y que en la UPV/EHU cabemos todos. En la sociedad hay un abanico muy amplio de formas de pensar, ese abanico también lo tenemos en la universidad y creo que en todos los sectores de ese abanico hay personas que nos apoyan decididamente.
Para usted, ¿qué serían unos buenos resultados, alta participación, bajo porcentaje de votos en blanco?
Unos buenos resultados serían una alta participación y un porcentaje de voto en blanco muy pequeño. Ser refrendado con una participación alta y muchos votos afirmativos es el objetivo que perseguimos.
Entremos en terreno minado. ¿Va a abonar la paga extra de Navidad o va a usar la fórmula 'navarra' que han adoptado varias instituciones de adelantar a enero la paga de julio?
El Gobierno de Rajoy ha aprobado un real decreto que nos obliga a hacer lo que en él se dice con el riesgo de ser inhabilitado para quien no lo cumpla. Si no hay un informe jurídico que avale el incumplimiento de la medida no podemos hacerlo. Esta medida es absolutamente injusta con la comunidad universitaria y en general con todos los afectados. Estamos haciendo bien nuestro trabajo, la comunidad universitaria ha trabajado y logrado los compromisos que le marca el Gobierno Vasco, y que a mitad de camino se adopten este tipo de medidas es injusto y lo rechazamos. Dicho esto, sí valoramos opciones como la que ha adoptado la Diputación de Bizkaia. Y hoy hemos tenido conocimiento de que hay un informe jurídico del Gobierno Vasco que avalaría la paga y que evidentemente utilizaríamos.
Porque dinero hay, ¿no?
Por supuesto. Hemos hecho una gestión rigurosa y transparente de los recursos. No tenemos problemas de liquidez, así que técnicamente podemos abonar la paga extra aunque legalmente no podamos. No se nos puede poner en el mismo cesto de otras universidades en las que el problema no es abonar la paga extra, sino abonar la paga, sin adjetivo.
Bien, rechaza los recortes. De hecho, no ha ahorrado calificativos del corte de "humillantes". Pero el decreto es una ley básica, por tanto, de obligado cumplimiento. ¿Cabe la posibilidad de que opte por la 'insumisión' en coherencia con su postura?
Aplicar o no los recortes de Rajoy no es una cuestión de voluntad. El rector dirige una institución y no puede dejar de aceptar las reglas de juego. En el momento en que una institución, se llame esta UPV/EHU, diputación o ayuntamiento, pone en cuestión el marco legal, se cae todo. Si el rector deja de cumplir una ley y se hace insumiso, ¿qué se hace con un profesor que se hace insumiso y deja de dar clase porque no quiere cumplir una dedicación?, ¿o con un trabajador de la diputación que deja de atender las declaraciones de renta si su jefe se hace insumiso?
Si hay dinero, las medidas son injustas, si además no podemos oponermos... Cambiemos de marco. ¿El Gobierno Vasco, el Parlamento Vasco, la UPV/EHU pueden promover un cambio de escenario que impida la subordinación a Madrid?
Yo no voy a decir nunca lo que el Gobierno o el Parlamento Vasco tienen que hacer. Pero sí podemos aportar mucho sobre cómo se pueden cambiar cosas de gran importancia para la sociedad como los desahucios, la independencia, la crisis de valores, la crisis económica, o las normas uniformadoras que se nos aplican desde Madrid... Nosotros podemos aportar, pero a quien corresponde dar pasos para resolver estas cuestiones es a nuestro Gobierno y nuestro Parlamento.
Los sindicatos están "defraudados" porque, según dicen, el Rectorado ha dejado en el aire la aplicación de los recortes. Estoy hablando de la suspensión de la paga de Navidad, el recorte de los días libres y permisos, el complemento de las bajas médicas y el aumento de la jornada a 37,5 horas. ¿Qué diría ahora a la gente?
Quisiera que oigan lo que digo yo, que es lo que estoy haciendo en campaña. Quisiera que la gente conozca nuestra postura, no por unos comunicados que a veces se acercan poco a lo que yo he dicho de lo que realmente vamos a hacer. Y lo que he dicho es que vamos a estudiar todas las posibilidades que están en nuestras manos para minimizar el efecto de todas las medidas que hoy en día están en vigor.
¿Hay medidas paliativas?
Tenemos medidas paliativas. Difícilmente las podremos acordar con los sindicatos, pero vamos a buscar una distancia mínima en la cual nos podamos sentir más a gusto.
La UPV/EHU es la segunda universidad que menos ha subido las tasas de los grados, un 2% frente a subidas de hasta el 66% en Catalunya. ¿El año que viene subirán?
No me toca responder a mí, porque las tasas las fija el Gobierno Vasco en función de una horquilla que establece el Gobierno de España. Pregunte al nuevo Gobierno Vasco.