BILBAO. La operación se ha saldado con la detención de seis personas, tres en Galicia y otras tantas en Euskadi, y la incautación de doce kilos y medio de cocaína, ha informado la Ertzaintza.

La investigación que ha posibilitado el desmantelamiento de esta banda organizada de traficantes fue puesta en marcha por la Ertzaintza el pasado mes de mayo, tras recibir informaciones sobre el tráfico de cocaína que le llevaron a establecer un dispositivo de vigilancia sobre varias personas.

Según constataron los agentes, uno de los investigados viajaba de manera asidua hasta Madrid para adquirir la mercancía, que previamente había sido introducida en el país por viajeros que llegaban por vía aérea.

Posteriormente transportaba la droga hasta Bilbao desde donde, una vez tratada, era distribuida a diferentes puntos del Estado.

El pasado 1 de noviembre los ertzainas encargados del dispositivo pudieron saber que tres de las personas que formaban parte del entramado se habían desplazado hasta Vigo, con el fin de buscar nuevos compradores y realizar una venta de cocaína.

Dicha operación pudo ser interceptada por los agentes de la Guardia Civil, que se incautaron de un kilogramo y medio de cocaína y detuvieron a los tres varones. Estos, tras ser presentados ante el juez ingresaron en la prisión de Alhama en Vigo.

Este hecho precipitó la operación de investigación de la Ertzaintza dirigida por el Juzgado nº 3 de Getxo y derivó en otras tres detenciones con el fin de evitar la huida de los implicados.

Tras los arrestos, los ertzainas realizaron varios registros en distintas localidades de Bizkaia, en los cuales se incautaron de un total de 11 kilos de la misma sustancia estupefaciente, una pistola y munición de 9 milímetros, además de diversa documentación.

Los tres detenidos, dos varones y una mujer, ingresaron en prisión tras prestar declaración en el Juzgado de Getxo.

Lo más novedoso y que ha llamado la atención del grupo de investigación es el sistema utilizado para introducir la droga en el país. La cocaína era transformada en fibras textiles y con ellas se fabricaban prendas, para evitar su descubrimiento en los aeropuertos.

El valor previo de la sustancia incautada en esta operación podría alcanzar los 250.000 euros, pero una vez tratada y ya colocada en el mercado llegaría a alcanzar hasta un millón de euros.