Para que luego digan. No todo el Partido Popular alavés sigue los postulados de los populares vitorianos en su afán por retratar a los inmigrantes malos malísimos. Sin ir más lejos, correligionarios del mismísimo Javier Maroto defenderán hoy en el Pleno de Lantarón una moción para tratar de posicionar al citado municipio y a su Consistorio en la vanguardia de la atención a los grupos más desfavorecidos. Dicha atención privilegiada se sustanciará, si la propuesta política sale adelante, en una suerte de medidas de discriminación positiva pioneras, que incluirán la alineación como titulares de los hijos de inmigrantes y personas necesitadas en los equipos que jueguen competiciones deportivas de la Escuela de Fútbol del municipio o cualquier otra que use las instalaciones municipales. Aunque la providencia haya querido que los infantes no regateen con el virtuosismo de Messi o la voracidad de Cristiano Ronaldo, o rematen con la eficacia del colchonero Falcao o salgan al cruce con la rapidez del león alavés De Marcos, la cuestión es que no deben sentirse discriminados.
Aparte, la iniciativa tiene en cuenta a los padres de los deportistas titulares, que deberán saborear las mieles del triunfo de sus vástagos en unos locales públicos municipales a los que se obligará a tener en cuenta muy mucho lo de elaborar menús y pinchos que discrepen con la hortodoxia oficial de las religiones en vigor. Que ya se sabe que una tapa de ternera con queso de cabra puede enervar a un hindú tipo y que un pepito de cerdo de esos que rezuman sabor antes de llegar al paladar puede sacar de sus casillas a un musulmán, sea éste suní o chií. Lo que no está tan claro es si dicha prerrogativa está diseñada y redactada para extender su contenido a los pintxos elaborados con carne roja el Viernes Santo o al resto de viernes entre Cuaresma y la Semana Santa para los creyentes católicos.
En cualquier caso, la iniciativa, a estos últimos -o a las cabezas visibles de su credo en el territorio histórico-, les pedirá la cesión de una o varias iglesias "para que sea utilizada por los creyentes de otras religiones". Lo dicho, medidas todas ellas pioneras en la integración de foráneos y colectivos en dificultades.
Lo escrito hasta esta línea sólo está adornado por la literatura del redactor de turno, ya que aparece en forma de moción oficial registrada el pasado 10 de octubre en el Consistorio de Lantarón. En concreto, la iniciativa política, suscrita por el portavoz de los conservadores en el Ayuntamiento de Lantarón, Jesús Montejo Ruiz de Loizaga, señala que es imprescindible que los grupos políticos municipales se posicionen ante un hecho que está desbordando a la población local. Y es que, no faltaba más, el Ayuntamiento, como administración pública responsable, "debe mostrar un compromiso claro para con las personas inmigrantes y con las que sufren un estado de necesidad". Según sugiere el desarrollo de la propuesta a discutirse, la situación de los colectivos más desfavorecidos requiere que los grupos políticos municipales -PNV, PP y Bildu- se posicionen ante un hecho que está desbordando a la población local, y que se materializaría "con la llegada numerosa de colectivos necesitados a Puentelarrá -uno de los concejos del municipio-". El caso es que, visto lo visto, la moción describe, literalmente, en su primer punto, que "el Ayuntamiento de Lantarón otorgará a los inmigrantes y otros colectivos en estado de necesidad un trato prioritario, como hacen otras administraciones".
Esa priorización se materializará a través de varias propuestas como las ya descritas. En concreto, en el punto número dos de la moción se señala que "se facilitará un acceso gratuito a las instalaciones deportivas municipales, incluidas las piscinas, donde se reservará una franja horaria suficiente para el caso de que algún colectivo, de acuerdo a sus creencias, deba usar la piscina separando hombres y mujeres, para lo cual, se establecerán los correspondientes turnos, de forma que no sufran discriminación alguna ni se limiten sus derechos".
A renglón seguido aparece la propuesta que sugiere la admisión gratuita en la Escuela de Fútbol y en cualquier otra que use las instalaciones municipales y sin límite a los niños de estos colectivos en estados de necesidad, "proporcionándoles transporte gratuito, lo mismo que equipación", aprte de lo de la titularidad. En cuanto a los bares del Ayuntamiento, la iniciativa legislativa popular recoge que se obligará a los locales públicos municipales y de las juntas administrativas a servir pinchos y menús respetuosos con todas las creencias, evitando el uso de materias o carnes prohibidas por las religiones de las personas que viven en nuestro municipio.
Además, el texto de los populares pide que las actividades culturales (transporte incluido) sean gratuitas para estos colectivos, a los que se preguntará sobre qué actividades serían de su interés para organizarlas cuándo y dónde quieran el próximo año. También se les facilitará cursos intensivos de euskera, por aquello de facilitar la integración.
En lo que sí rompe esta iniciativa con los postulados populares, al menos, con los de los conservadores gasteiztarras, en el punto tercero, que apuesta por otorgar los beneficios sin necesidad de acreditar un empadronamiento mínimo. Es más, dará igual que "nunca haya pagado ni paguen impuestos en Lantarón o Álava; basta con que hayan venido a formar parte de nuestra población, enriqueciendo nuestro multiculturalismo". Lo dicho, una apuesta pionera.