CORREN tiempos en los que caldear la casa, como tantas otras cosas, sale por un ojo de la cara. Las tensiones con Irán, la crisis económica o la especulación de los traders de la City londinense se trasladan de forma inmediata al precio del gasoil, del gas natural o del propano, y en los meses más fríos de los últimos años no han sido pocos los alaveses, especialmente en los pueblos, que se han visto en un aprieto al recibir la factura de la calefacción.
El Ayuntamiento de Kuartango ha decidido apostar por la autogestión en ese campo y trabaja en un proyecto para, primero, calentar las instalaciones municipales mediante una caldera de biomasa; segundo, obtener el combustible de sus propios bosques; y tercero, invitar a sus vecinos a sumarse a la iniciativa y optar por esta energía alternativa y sostenible.
Un paso importante para llevar a cabo el proyecto es BioKu, la feria que se va a celebrar hoy y mañana en el municipio y en la que profesionales del sector de la biomasa forestal y ciudadanos intercambiarán conocimientos y puntos de vista. Hasta Kuartango se desplazarán técnicos de la Diputación y del Ente Vasco de la Energía, el EVE; arquitectos expertos en sostenibilidad, o empresas de reforestación y de implantación de energías renovables.
También participarán representantes del municipio navarro de Valcarlos, donde "han hecho una red de calor y con una sola caldera de biomasa calientan el Ayuntamiento o el frontón, espacios separados entre sí", señala el concejal de Kuartango Eduardo Fernández de Pinedo. District Heating es el nombre que reciben estas redes de calefacción para varios edificios, y que el municipio alavés ve con un gran interés. "Queremos ponernos cuanto antes para dar ejemplo y que la gente vea cómo funciona este sistema. La primera idea que tenemos en mente es cambiar la caldera de gas por una de biomasa en el edificio municipal, incluido el centro sociocultural y el dispensario médico", asegura.
Ése sería sólo el primer paso. El siguiente sería el autoabastecimiento de combustible, una idea a la que, según Fernández de Pinedo, "aún hay que dar forma". Quien posee una caldera de biomasa tiene la opción de comprar pellets, unas pastillas o briquetas de madera compactada de gran poder calorífico, pero en Kuartango no ven esta opción muy práctica -además de estar sujeta a las fluctuaciones de precios- en un entorno rodeado de bosques donde cada invierno se pudren toneladas de ramas y troncos muertos. "Se trataría de limpiar los bosques, sin talas ni mucho menos, lo que también nos permitiría evitar incendios. Sólo necesitas una máquina trituradora para la maleza y los pequeños troncos, que los convierte en una astilla de tamaño homogéneo; y buscar un sitio para secar esa astilla". Ésa es, al menos, la opción por la que han optado ayuntamientos con experiencia al respecto, como el de Valcarlos.
En el caso de Kuartango, el consistorio debe reunirse con las juntas administrativas del municipio y plantearlas el proyecto, pues el 95% del monte alavés es público y por lo tanto pertenece a estas entidades. "Queremos ver qué tipo de empresa debemos formar, si una municipal o una cooperativa apoyada por el Ayuntamiento". A partir de ahí, Kuartango pretende demostrar a sus vecinos que la biomasa es una alternativa también para las viviendas particulares. "Queremos que la gente vea que aquí funciona, como ocurre en otros ayuntamientos, que el ahorro es bastante grande, y que además generas tu propia energía y empleo en el pueblo", señala Fernández de Pinedo.
fin último, el empleo rural De hecho, ésa, la de la creación de empleo rural, es la principal meta que persigue la feria BioKu, que además de las ponencias en el salón de actos del Ayuntamiento contará con demostraciones de maquinaria relacionada con el uso de la biomasa.
En el tríptico que promociona las jornadas, el Consistorio alavés define Kuartango como "una tierra comprometida con el medio ambiente" que persigue reducir "la dependencia de combustibles fósiles". Precisamente Kuartango ha sido uno de los más activos en la oposición al fracking, la técnica para extraer gas del subsuelo que se pretende implantar en el territorio histórico de Álava y que contempla la apertura de pozos en este municipio.