Amurrio. El Ayuntamiento de Amurrio está molesto y preocupado con la falta de responsabilidad que están mostrando algunas personas para con sus perros. No en vano, en los últimos años están llegando a las oficinas municipales informaciones procedentes de explotaciones ganaderas ubicadas en el municipio que han puesto sobre la mesa un problema a atajar: el de ataques a rebaños por parte de perros fuera de control.

De hecho, según informan desde la institución local a través del último número del boletín municipal Hauxe da, "en el pastizal común de Peña Negra un rebaño de ovejas sufrió un ataque de un perro fuera de control que provocó la muerte de varias ovejas y este verano, otro más grave si cabe, a otro rebaño en una rotura del Alto López. Este último ataque ha provocado la muerte de once ovejas, un número de bajas muy importante en la explotación ganadera afectada".

Al margen de los daños físicos que padecen los animales atacados y las consiguientes pérdidas económicas que para las personas propietarias representan, este tipo de sucesos tienen otras implicaciones muy difíciles de cuantificar, tales como el estrés que provocan en los animales o la interrupción de los períodos de gestación, entre otras.

Por ello, ante la gravedad que suponen estos hechos en las cabañas ganaderas, desde el Ayuntamiento de Amurrio se pide una mayor responsabilidad a aquellas personas que salen a pasear con sus perros por los lugares destinados a pastos montanos, "para que estos sucesos no vuelvan a ocurrir y no se ponga en peligro la subsistencia de las explotaciones", subrayan.

Por otro lado, se recuerda que los perros deben ir atados "siempre" en todos los lugares públicos, a excepción de las diez zonas que han sido, recientemente, señaladas desde el Ayuntamiento para que los canes puedan correr libremente; y que está prohibida la entrada y permanencia de animales en locales, recintos y espacios donde se celebren espectáculos públicos, así como en edificios de servicio o uso público y otras estancias de características similares como ascensores. Se trata de una de las modificaciones que se han incluido este año en algunos artículos de la ordenanza reguladora de la tenencia y protección de animales, aprobada en 2006, a fin de garantizar su plena efectividad.

La situación antes descrita, la de la pérdida de reses debido al ataque de canes, tiene otra derivada. En concreto, la proliferación de mastines en el territorio histórico desde hace unos años como fórmula para combatir los ataques a los rebaños. Tal circunstancia ha añadido pimienta a un picante que ha convertido la polémica sobre el lobo en objeto habitual de tertulia en el sector primario y en las instituciones provinciales.

Las pérdidas de cabezas de ganado sufridas por los ganaderos en las fauces de los predadores obligó a buena parte de los ganaderos a confiar en la citada raza de guarda para proteger a sus ovejas y cabras. Sin embargo, con la proliferación de los canes, en ocasiones, se genera otro peligro en forma de posibles ataques a excursionistas despistados por parte de los guardianes. Ante tales circunstancias, la Federación Alavesa de Montaña decidió solventar los posibles roces y elaboró un mapa donde los aficionados a la montaña pueden comprobar los lugares habituales de paseo donde se han avistado este tipo de canes y los rebaños que protegen para facilitar así la convivencia. Así, en la página web del colectivo www.amf-fam.org se puede visualizar este primer estudio donde figuran seis puntos del territorio histórico por los que habitualmente se realizan paseos en los que se ha constatado la presencia de mastines que, lógicamente, tratan de dar cobertura a los rebaños que protegen.

Es el caso de la zona del Portillo de la Barrerilla, frecuentada por los montañeros que llegan desde Lendoño en dirección a Tologorri recorriendo la Senda Negra. También se ha registrado la presencia de varios ejemplares en los caseríos de Santurtzi en una de las rutas habituales de ascensión de los montes Idubaltza y Beraskola desde Okondo. Y quizás uno de los puntos de más incidencia del lobo y, en consecuencia, de mayor presencia de mastines es Gibijo. Precisamente en esta sierra, en el camino a la cumbre de Arangatxa-Labazar, se ha producido ya algún incidente. Por otro lado, también se han detectado perros de esta raza en el extremo occidental de la sierra de Badaia, sobre el santuario de Ezkolumbe en la zona de la cumbre de Mendizabal, en los alrededores del monte Cruz de Ganalto y en las campas anexas a La Encontrada.