vitoria. La empresa alavesa Praxis Pharmaceutica y el Grupo de Investigación NanoBioCel de la UPV trabajarán en un proyecto internacional para mejorar la eficacia y reducir los efectos secundarios del medicamento que se usa contra el mal de Chagas. Esta enfermedad tropical, causada por un parásito, afecta a 17 millones de personas de todo el mundo pertenecientes a las sociedades más desfavorecidas y es responsable de 50.000 muertes anuales.

El laboratorio alavés Praxis Pharmaceutica, que tiene sus instalaciones en Miñano, nació en 2006 con el compromiso de investigar en nuevos medicamentos capaces de luchar contra enfermedades que afectan a las personas pobres, como la de Chagas, que fundamentalmente la sufren las personas indígenas de países latinoamericanos. El proyecto, llamado Berenice, ha recibido una subvención de la Comisión Europea de tres millones de euros, aunque su coste total es de 4,5 millones. El objetivo del proyecto es utilizar nanotecnologías farmacéuticas para conseguir un medicamento que llegue mejor a los tejidos infectados por el parásito, con menos efectos secundarios y que sea económico.