barcelona. Los Mossos d'Esquadra liberaron ayer a un menor de 11 años víctima de un secuestro, por quien sus captores pedían un rescate de 5 millones de euros, y que durante los casi dos días que estuvo cautivo en un piso de Barcelona permaneció atado de pies y manos y sedado y recibió todo tipo de amenazas. Por el momento ya han sido detenidos dos de los supuestos secuestradores, que tenían instrucciones por escrito para matar y descuartizar al menor ante cualquier imprevisto o sospecha de que podían ser descubiertos por la Policía.

El cerebro del secuestro, según los investigadores, era un interno de una cárcel valenciana que hace meses había coincidido en la prisión con el padre de la víctima, un narcotraficante que gozaba de un alto nivel de vida, ya que regentaba varios restaurantes, y que al parecer acumulaba varias deudas por tráfico de drogas. El hombre logró sonsacar al padre del menor datos sobre el niño y su madre que le sirvieron para planificar el rapto.

El secuestro se produjo el pasado martes 25 de septiembre, cuando el menor y su madre, de origen colombiano, viajaron engañados desde Valencia a Barcelona, para encontrarse con unas personas que les aseguraron que les ayudarían a regularizar su documentación.

A su llegada al lugar de la cita, la mujer y su hijo se subieron engañados al vehículo que conducía una joven, que les llevó hasta un descampado de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat. Una vez allí, aparecieron cuatro personas con armas de fuego y el rostro tapado, que cogieron al menor y lo introdujeron en el maletero de un vehículo, momento en el que exigieron a la madre el pago de un rescate de 5 millones de euros si quería volver a ver a su hijo.

La mujer denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra, que activaron a la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones, que rápidamente descubrió el nexo entre el padre del menor y el supuesto cerebro de la operación, lo que les permitió avanzar en la investigación.

Casi dos días después del secuestro, los Mossos localizaron el piso de Barcelona donde se encontraba el menor, por lo que activaron al Grupo Especial de Intervención (GEI), para que entrara urgentemente en el piso para liberarle.

Los agentes de esta unidad especial lograron liberar al chico, que estaba atado de manos y pies con unas bridas, y que además había sido sedado por los secuestradores, que le inyectaron fármacos muy potentes, por lo que fue derivado a un hospital barcelonés, donde se reencontró con su madre.

Además, durante el cautiverio los secuestradores amenazaron al chico con cortarle la lengua si hablaba o incluso con venderle a un grupo de torturadores si su familia no pagaba el rescate exigido, según los investigadores.

dos detenidos En el piso donde estaba retenido el chico, los Mossos detuvieron a la mujer encargada de su custodia, Marta C.V., una española de 46 años. Posteriormente, los Mossos también detuvieron a Guillermo F.M., de 36 años, español y vecino de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), por su supuesta participación en el secuestro.

En la operación policial, que se mantiene abierta, los investigadores ya han identificado a otro de los supuestos miembros del grupo, por lo que han emitido una orden policial de búsqueda y captura contra él.