MADRID. Tras entrar y rescatar a nado el cuerpo, que se encontraba flotando a 50 metros de distancia de la orilla de la laguna, los bomberos le han trasladado en una camilla nido y, ayudado por una cuerdas, lo han izado por la pared vertical que circunda el humedal.
A continuación, han puesto el cadáver a disposición del juez. Se encontraba en avanzado estado de descomposición y con signos cadavéricos de haber llevado muerto en la laguna varios días. La autopsia que se le practique en las próximas horas determinará la causa del fallecimiento.
La Unidad V de Homicidios de la Policía Nacional, que es la que lleva la investigación, se pondrá en contacto con la familia de Gabriel, el niño que desapareció el pasado 24 de septiembre en un parque cercano a este hallazgo, para que identifique el cuerpo.
El trabajo de los bomberos ha sido muy complicado. La laguna, situada en el camino de Ambroz, en unas antiguas minas de sepiolita muy cerca de la M-40, era de difícil acceso y los terrenos circundantes eran cenagosos.