Vitoria. Un incendio, previsiblemente provocado, arriesgó ayer la integridad de un establecimiento hostelero y del bloque de viviendas en el que se ubica en pleno corazón de la capital alavesa. Gracias a la intervención de Bomberos y de la Ertzaintza, las llamas no llegaron a más, pero sí que lograron acabar con los toldos de una terraza de invierno habilitada por el conocido restaurante. No hubo que lamentar daños personales, aunque sí materiales, que rondarían casi los 5.000 euros.

Según pudo conocer este diario, los hechos tuvieron lugar de madrugada. Los datos aportados por los responsables del bar damnificado, situado en la calle Canciller Ayala, explican que las llamas comenzaron entre las 1.30 y las 2.00 horas, una vez concluida la jornada de trabajo para el recinto. Dadas las circunstancias, la principal hipótesis manejada por los hosteleros afectados se ciñe a un acto de vandalismo intencionado. Tal consideración se sustentaría en hechos como el material de las lonas calcinadas, manufacturado especialmente para su uso en terrazas y similares y, por lo tanto, con componentes ignífugos. Así, el autor o autores de la quema tuvieron que emplearse en tiempo y modo para lograr su objetivo. "No pudo ser una colilla o un descuido", indicó a este diario el responsable del establecimiento hostelero, Pablo Pau.

En cualquier caso, lo cierto es que la carpa afectada ha quedado inservible, con tres de sus laterales quemados, además de con serios daños en el techo. Tal circunstancia se traduciría en unas pérdidas de varios miles de euros, ya que la estructura afectada se tuvo que hacer a la medida del espacio que ocupa el bar La Bellota. En concreto, se trataba de una carpa que ponía techumbre a un área de alrededor de 40 metros cuadrados, con medidas de 10 por cuatro metros. Según sus responsables, era uno de los puntos fuertes del local, al que se conocía en la zona por ello precisamente.

A los daños ocasionados por las llamas hay que sumarle el trabajo extra que requirió la limpieza del espacio afectado por el incendio. Según Pau, durante toda la noche los responsables del bar tuvieron que emplearse a fondo para adecentar el espacio y para poder trabajar de nuevo.