Vitoria. El pasado día 19 de septiembre arrancaron las obras del Centro de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades, que se suma al que ya existía de Lucio Lascaray, especializado en Ciencias Experimentales y de la Salud. El proyecto, que tendrá un coste de siete millones de euros, echa a andar en un momento difícil en el que los recortes que se anuncian desde Madrid amenazan con provocar un "daño incalculable" en las universidades, según palabras recientes del propio rector, Iñaki Goirizelaia.

Siete millones de euros... ¿Es que en la UPV/EHU no hay crisis?

Sí hay, pero se nota menos. Todavía hoy tenemos una posición privilegiada comparando con otras universidades. Ha habido recortes, evidentemente, ha habido actuaciones que se han tenido que paralizar, como pueden ser las ayudas a las jubilaciones anticipadas. Además, como funcionarios, nos han recortado parte del sueldo. Pero como universidad en su conjunto, el presupuesto se ha mantenido a un nivel más que aceptable. La apuesta que ha hecho el Gobierno Vasco por la Universidad pública no sólo ha sido de palabra sino con hechos. Y eso se traduce visiblemente en los edificios que se están haciendo.

Pero el rector, Iñaki Goirizelaia, advertía durante la inauguración oficial del curso 2012-2013, que por cierto se hizo en el campus de Álava, del "daño incalculable" al que se enfrentaba la Universidad con los recortes que vienen desde Madrid. ¿En qué se puede traducir?

Lo sabremos en el próximo presupuesto. La situación económica sigue siendo mala y parece que no va a mejorar. Además, hay a la vista elecciones por lo que tendremos un nuevo Gobierno. Pero sin duda hay recortes más dañinos que otros: el de la investigación por ejemplo. Hay que tener en cuenta que crear un grupo de investigación funcionando a un nivel aceptable es un trabajo de muchos años, de diez o quince por lo menos. Si se recorta, su desaparición es prácticamente inmediata y éste es uno de los riesgos al que enfrentarse.

Ya que habla de la investigación, en 2009 se puso en marcha el edificio Lucio Lascaray. ¿Supuso un antes y un después en esta materia?

Creo que sí. Se hizo visible una voluntad política de que la investigación fuera tomando cuerpo, y desde entonces ha mejorado indudablemente. Se nota en que hay mayor número de publicaciones en revistas internacionales, en que los grupos de investigación se han asentado y en que hay más tesis doctorales. Prueba de ello es que la UPV/EHU acaba de entrar en el ranking de Shanghai, que engloba a las mejores universidades del mundo.

Está previsto que el segundo centro de investigación esté en funcionamiento en dos años. ¿Qué nos vamos a encontrar dentro?

Será un edificio gemelo al de Lascaray. Nos encontraremos con laboratorios, algunos más experimentales y otros más ligados a archivos o material de biblioteca. Nos vamos a encontrar también con áreas de formación puesto que va a ser un centro de enseñanza de postgrado. Queremos agrupar los másteres y doctorados de Ciencias Sociales y de Humanidades que ahora se imparten en el campus. Será, por lo tanto, un centro de formación ligado a la investigación porque no es conveniente separar.

El ministro Wert anuncia una reforma universitaria en la que parece que la existencia de distintos campus no acaba de encajar por aquello de la duplicación de titulaciones. ¿Qué opina al respecto?, ¿no es un derroche que en facultades separadas por poco más de 60 kilómetros, como son las de Vitoria y Bilbao, se impartan los mismos grados?

La política de esta Universidad es que no haya duplicaciones. Las que hay son heredadas y algunas de ellas están bien heredadas. Las duplicaciones con demanda fuerte son positivas, la cuestión es más problemática en titulaciones con poca demanda. De hecho, la propia Universidad, sin esperar a que el ministro de Educación dijese nada, ya hizo una reforma, como fue el caso de las ingenierías.

¿Y la revisión de las titulaciones es un capítulo cerrado?

En la Universidad nada se puede cerrar, es un proceso que siempre está en marcha. Además, las facultades van a ser evaluadas por filtros externos, a través del Ministerio de Educación, y se establecerá que aquéllas que no alcancen ciertos parámetros podrían verse en riesgo de que el grado no se reconozca. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo especial para que se mantengan las titulaciones. De hecho, el interés no es quitarlas pero sí rentabilizar mejor los recursos con los que contamos que, además, en materia de profesorado van a tender a estabilizarse o a ir a la baja. De todos modos, hay que tener en cuenta que la decisión de quitar una titulación o de poner otra hay que tomarla tras un análisis muy meditado y con el mayor consenso posible.

¿Y ese análisis se está haciendo en estos momentos con alguna titulación en concreto?

En la Escuela de Ingeniería podría ser interesante aumentar algún tipo de docencia. Todavía no se ha decidido si se trataría de alguna Ingeniería más o de una ampliación de las que ya existen a través de desvíos curriculares, en concreto de especializaciones internas dentro de las que ya hay.

¿Qué dice del grado en Veterinaria?

Está en el congelador.

¿No se había llegado a un acuerdo con la Diputación alavesa para sacarlo adelante?

Se firmó un convenio para la construcción del Hospital Universitario de Veterinaria pero después, con el cambio de Gobierno foral, se optó por que no había dinero para este proyecto y se dejó paralizado. Eso quiere decir que por ahora no va a haber titulación en Veterinaria porque es indispensable que haya un hospital previamente, algo que desde mi punto de vista es un error. Sería muy positivo para todo el País Vasco contar con esta titulación.

La UPV/EHU sigue siendo una de las universidades más baratas del Estado. ¿Con la que está cayendo, se podrán seguir manteniendo las tasas actuales?

No lo sé, eso no depende de la Universidad, sino del Gobierno Vasco. El deseo mío es que no se encarezcan las matrículas, o en cualquier caso, que nadie que quiera acceder a la Universidad pública se quede sin entrar por cuestiones de dinero. Una elitización económica de la Universidad es algo nefasto para ella y para la sociedad y hay que combatirlo como sea, con matrículas baratas y sobre todo con una política de becas adecuada.

¿Peleará por ello en los próximos cuatro años? En otras palabras, ¿se ve como vicerrector tras el 4 de diciembre, día de elecciones?

Hay que esperar a ver qué dice el rector y si se vuelve a presentar o no a las elecciones. En función de eso ya hablaremos.

¿Pero está dispuesto a continuar?

Tendría que pensarlo más.