laguardia. Según la investigadora de la Universidad de Navarra Carolina Salazar, el cambio climático podría alterar la composición del vino hecho con unas de la variedad tempranillo, que es la más extendida en los viñedos de este territorio histórico. Así lo asegura en su tesis doctoral mostrando que el incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera podría tener efectos positivos en la vid y contrarrestar los negativos: el aumento de temperatura y la sequía. El estudio podría aplicarse a otras especies de interés agrícola que también se vean afectadas por estas variaciones.
El trabajo se ha desarrollado en la Facultad de Ciencias gracias a una beca de la Asociación de Amigos de la Universidad y ha consistido en examinar la influencia de factores asociados al cambio climático -como el CO2 elevado, la subida de la temperatura y estrés hídrico (menos agua disponible de la que la planta demanda)- sobre la fisiología de las hojas y la calidad de las uvas de la variedad tempranillo.
Entre los resultados obtenidos, Carolina Salazar destaca que la interacción entre el incremento de dióxido de carbono y una mayor temperatura y/o estrés hídrico acorta los tiempos de maduración de los frutos. "Además, la subida de la temperatura posiblemente afecte a la calidad de las bayas, ya que disminuye el contenido de ácido málico, que es un indicador de calidad y que podría influir en el PH del vino, es decir, en su acidez final", añade. Entre otros efectos derivados del estrés hídrico, la especialista subraya que éste podría provocar daños oxidativos en las plantas, lo que podría afectar al correcto funcionamiento de las hojas de vid.
En opinión de la especialista de la Universidad de Navarra, el futuro cambio climático podría alterar la calidad de las bayas de uva tempranillo (vitis vinifera), la fisiología (el funcionamiento) de la planta completa y, por tanto, el manejo agrícola, donde habría que tener en cuenta un posible acortamiento de los tiempos de maduración del racimo.
Derechos de plantación En otro orden de cosas, la Comisión Europea ya ha desvelado su propuesta para el futuro de los derechos de plantación en el sentido que avanzó el comisario Ciolos en la reunión del Consejo informal de ministros de Agricultura hace un par de semanas y sobre el que se han pronunciado en contra las organizaciones agrarias con representación en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja.
En la tercera reunión del Grupo de Alto Nivel de Vino que se celebró en Palermo el viernes pasado, el director general de Agricultura, José Manuel Silva, planteó que el sistema de derechos de plantación actual no puede prorrogarse, porque sería, dar un paso atrás. No obstante, planteó un nuevo sistema, mucho más flexible, que controlaría los vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP) mientras que liberaría totalmente los vinos sin denominación.
Este nuevo sistema estaría basado en dos herramientas fundamentales: la gestión de plantaciones Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP) y una cláusula de salvaguardia. La gestión de las plantaciones DOP e IGP estaría a cargo de los actores económicos, como serían interprofesionales, organizaciones de productores y organismos de gestión. Todas las decisiones tendrían que ser aprobadas por las autoridades nacionales o regionales. En el sistema de gestión se podrían introducir criterios objetivos, no discriminatorios, como ser joven agricultor.
La cláusula de salvaguardia tendría como finalidad evitar un excesivo crecimiento de viñedos de una determinada DOP o IGP que podría llevar a hundir su mercado. Esta cláusula sería activada por los estados miembro o por la Comisión cuando se sobrepasaran ciertos umbrales preestablecidos y su aplicación significaría que se pararían las nuevas plantaciones. Estas dos medidas funcionarían exclusivamente para los viñedos de DOP o IGP, mientras que es resto de los viñedos estarían liberalizados.
Si bien la propuesta no responde a la petición de los 11 países de la UE que defienden el mantenimiento de los derechos de plantación, no deja de ser una postura conciliadora por parte de la Comisión, que durante meses se ha aferrado al compromiso aprobado en 2008 por los estados miembros de eliminación de los derechos de plantación a partir de 2015. Los 11 estados miembro que defienden la prorroga de los derechos de plantación son Francia, Alemania, Italia, España, Portugal, Hungría, Eslovenia, República Checa, Austria, Grecia y Bulgaria.
Por último, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja rindió esta semana un homenaje a Julio Faustino Martínez, fundador del Grupo Faustino, cuya sede central está en Oion, así como a José Bezares, fundador de Bodegas Campo Viejo, y al viticultor José Ángel Alegría, fundador de la organización agraria Arag-Asaja, como Personalidades Ilustres del Vino de Rioja.
La iniciativa estuvo organizada conjuntamente por el Consejo Regulador de la DOC Rioja y el portal temático lomejordelvinoderioja.com con el objetivo de reconocer la trayectoria personal y profesional de personalidades del vino de Rioja cuya aportación ha sido clave para la configuración del modelo de Denominación.