Bilbao. "los medicamentos antidepresivos son los más consumidos entra la población del Estado español. A pesar de eso, y de que una de cada cuatro personas sufrirá a lo largo de su vida un problema de salud mental, las autoridades sanitarias no son conscientes de la magnitud del problema y siguen reduciendo el presupuesto para estas enfermedades que van en alza". Así de contundente se mostró ayer el doctor Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), quien junto a Miguel Gutiérrez, presidente del comité organizador del XVI Congreso Estatal de Psiquiatría, presentaron ayer en Bilbao las líneas maestras de este importante evento científico.

La cita, bajo el enfoque singular de la Psiquiatría individualizada como desafío del siglo XXI, aglutinará hasta el viernes en el Palacio Euskalduna de la capital vizcaina a más de 2.000 especialista tanto a nivel estatal como internacional.

Desde la atalaya congresista, los especialistas alertan a las administraciones públicas sanitarias de la necesidad de redistribuir el dinero del gasto sanitario del Estado que se destina a la psiquiatría, cerca del 5% del total. "No tiene sentido que se dedique solo esta cantidad a la salud mental cuando la padece el 25% de la población", explica Bobes.

Descapitalización Aunque los psiquiatras son conscientes de que las patologías mentales han dejado de estar en el lado oscuro de la sanidad, los psiquiatras tampoco lanzan las campanas al vuelo. Más bien todo lo contrario. "Queda mucho por hacer. Tenemos la sensación de estar paralizados", sentencia el presidente de los psiquiatras del Estado. ¿Por qué? "La descapitalización que se está produciendo en el sistema sanitario de salud es nefasto en general y, particularmente, para la especialidad de psiquiatría", reconoce el especialista.

Los psiquiatras censuran que de los 2.800 millones destinados a gasto de salud mental, el 55% -alrededor de 1.540 millones- se destinen a atender la enfermedad cuando ya se ha cronificado o cuando se encuentra ya en fase terminal y, por lo tanto, financiar las residencias de rehabilitación de estos pacientes o de ancianos", explica Bobes.

Detección precoz En este sentido, los expertos reunidos en Bilbao tienen como eje central de su discurso la detección precoz de las dolencias mentales. Y no es para menos ya disponen para ello unos 1.260 millones de euros, la mitad del total de lo que se invierte en las citadas patologías.

Consciente de la difícil situación económica que se atraviesa en el Estado, el presidente de los psiquiatras ha insistido en la necesidad, no tanto de incrementar la partida económica de salud mental, que también, sino de redistribuir los recursos ya consignados. "No me canso de decir que hay que incrementar los dineros para la prevención y el tratamiento de las enfermedades en sus fases iniciales y disminuir la consignada para atender sus consecuencias", recalcó insistentemente.

En el evento científico de Bilbao, los psiquiatras censuran duramente el descenso que se ha producido en los últimos años -el 12%- en gasto farmacéutico. "Esto está impidiendo que a los pacientes psiquiátricos demos los medicamentos más innovadores que tenemos actualmente en el mercado; las trabas burocráticas por la crisis nos impiden ofertar a estos enfermos los fármacos más novedosos", remachó Bobes