madrid. El comienzo del otoño estará marcado por las lluvias que durante los próximos días afectarán a la península y serán el inicio de un "cambio de tendencia" en la sequía que se arrastra durante el último año hidrológico, en el que las precipitaciones han descendido un 37%.
Es un "buen comienzo", aunque de momento hay que tener prudencia, ya que un otoño normal e incluso húmedo sería insuficiente para cubrir el déficit del año anterior y lo propio del año, manifestó ayer el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Alejandro Lomas.
Durante el fin de semana la tormenta de carácter tropical Nadine, que interactuará con una borrasca de origen polar situada sobre el Atlántico, será la responsable de las primeras lluvias otoñales, especialmente en puntos del noroeste peninsular.
A partir de la semana que viene, detalló Lomas, es muy probable que la inestabilidad se generalice por toda la península, excepto en áreas del sureste, y dependiendo de los múltiples escenarios que se barajen hay probabilidades de que esas bajas presiones den lugar a fenómenos más significativos. "Podrían darse precipitaciones más frecuentes acompañadas de vientos fuertes con rachas de hasta 70 km/h". Respecto a las temperaturas de este otoño, que da comienzo hoy a las 16.49 hora peninsular, el portavoz referió que se esperan valores situados en la media y algo más altos en las Canarias.