Vitoria. Cuatro años después del accidente del vuelo JK5022 de Spanair en el aeropuerto de Barajas en 2008, que dejó 154 personas fallecidas y otras 18 heridas, se desvelan los sonidos que contenía la caja negra del avión.
Se trata de una grabación que dura un total de 41 minutos y 44 segundos y que se inicia con la conversación de los dos mecánicos imputados a los que se les ha pedido que solucionen la avería. Se escucha a Felipe García, que pide "una bolsa de cacahuetes o de hielo para enfriar la sonda", el dispositivo que se calentaba en tierra y que obligó al comandante a abortar el primer despegue. "Yo lo despacho conforme al punto 30.8 del Mel" (el listado de equipos mínimos con los que se puede volar), explica en la grabación García, "con el heater inoperativo" (el fusible que calentaba la sonda). Sin embargo, esta solución no convence al tercer ocupante de la cabina que asegura que "es un parche lo que han hecho ahí, poner hielo al sensor para que esté dentro del límite".
El comandante pide que llenen de combustible el otro aparato pero el copiloto le explica que el personal de tierra dice que "no van a cargar el otro avión inútilmente". En la grabación se escucha el momento en que los pilotos pierden el control del avión: "Nosotros vamos a pedir no volar juntos porque siempre nos hemos metido en un guiso". "¿Fallo de motor?", pregunta el copiloto. "Vuélalo, me cago en la mar, vuélalo", dice el comandante.
Por su parte, el Colegio de pilotos COPAC y el sindicato SEPLA han condenado la filtración de esta grabación, y cuestionan "las medidas claramente insuficientes e ineficaces adoptadas por los responsables de garantizar la seguridad y confidencialidad de dichas conversaciones". En este sentido el SEPLA y el COPAC afirman que esta filtración es una violación de la Ley de Seguridad Aérea, que establece "el carácter reservado de la información". El COPAC espera que esta filtración no condicione las decisiones judiciales en relación con el caso. Para el SEPLA esta emisión supone una violación del derecho a la intimidad de los pilotos, que aceptan ser grabados con fines exclusivamente técnicos y de mejora de la seguridad aérea.
Las víctimas Por otro lado la presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente de Spanair, Pilar Vera, confía en que la Audiencia madrileña, que el lunes deliberará sobre los recursos presentados, repare lo que consideran un "cierre en falso de las investigaciones" por parte del titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez. Vera ha destacado que el magistrado basó su auto de cierre de la investigación en el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, cuando ese organismo está "internacionalmente desacreditado" por la auditoría de Organización Mundial de Aviación Civil de julio de 2010. En dicha auditoría se detecta la vacante de diez investigadores en su plantilla, y se denuncia que los que la integran no "están formados suficientemente" para realizar los informes.
Vera también ha criticado que el juez no ha logrado que el fabricante Boeing responda a las preguntas sobre datos técnicos que solicitó la Asociación y que "probarían un fallo de diseño oculto" en la serie de aviones MD-82 como el siniestrado.