PARÍS. Los matrimonios entre personas del mismo sexo suponen "una ruptura social" que abre la puerta a la poligamia y al incesto, según afirmó hoy el arzobispo de Lyon, en el sur de Francia, Philippe Barbarin, en pleno debate sobre la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo.

En declaraciones a la radio RCF, el clérigo afirmó, tras reunirse con el ministro del Interior, Manuel Valls, que una vez adoptado el matrimonio homosexual "las consecuencias pueden ser innumerables".

"Después van a querer hacer parejas de tres o de cuatro. Luego, un día, la prohibición del incesto caerá", afirmó Barbarin.

El arzobispo definió el matrimonio como "una muralla" para proteger "el lugar más frágil de la sociedad, es decir, a una mujer que da la vida a un niño, para que se den todas las condiciones para que suceda con las mejores posibilidades".

Barbarin, que en el pasado aseguró que el Legislativo no puede sustituir a "Dios padre", afirmó hoy que "para los cristianos la Biblia, que dice en su primera página que el matrimonio une a un hombre y a una mujer, tiene más fuerza y verdad para atravesar las culturas y los siglos que las decisiones circunstanciales o pasajeras de un Parlamento".

El Gobierno tiene previsto presentar el proyecto de ley que autoriza las uniones homosexuales el próximo 28 de octubre, aunque todavía no tiene cerrados todos los detalles.

En concreto, todavía no se conoce si la ley autorizará el derecho de las parejas de lesbianas al reconocimiento de la paternidad de los niños procreados mediante procesos asistidos.