Aunque la Universidad del País Vasco, según sus dirigentes, goza de una saneada situación económica, los recortes del Gobierno de Rajoy se dejan sentir, con mayor o menor intensidad, entre los miles de alumnos que estos días han de pagar tasas y matrículas, material escolar o billetes de autobús. Una decena de estos jóvenes, alumnos del campus de Álava, narran para DNA cuánto les cuesta el derecho a una buena educación.

Sandra González, una joven santanderina que empezó ayer mismo su carrera de Traducción e Interpretación, lo tiene claro. "Si no fuera por la beca yo no estaría aquí ahora". La joven está exenta de pagar matrícula y tasas gracias a que acabó la enseñanza media con matrícula de honor, pero ello no le libra de tener que hacer frente a un presupuesto que incluye desplazamientos habituales de fin de semana a la capital cántabra y el pago de una residencia que ha elegido "por su relación calidad-precio". Todavía no sabe cuánto tendrá que desembolsar en libros, pero cree que podrá tirar bastante de apuntes.

Junto a ella, Itxaro Pérez, una joven estudiante "mitad de Venezuela y mitad de aquí", va a comenzar la carrera de Filología Inglesa tras una primera experiencia universitaria que no le satisfizo. "Creo que mi matrícula está sobre los 800 euros, pero como pedí beca sólo tuve que pagar 37, ahora hay que esperar a ver si sale. Tienes que llenar un formulario -explica-, señalar que has cambiado de domicilio y sacar buenas notas". Itxaro paga doce euros por ir y venir de Bilbao, y por ello sólo viajará "algunos sábados a visitar a la familia". La joven de 20 años ha optado, como Sandra, por vivir en una residencia, que "sale más barata que en Bilbao".

A Itxaso Montero, estudiante de 2º de Magisterio natural de Bergara, le sale en cambio "bastante más barato" el piso en el que vive de alquiler que instalarse en una residencia, y aunque dice no haber notado mucho el incremento de tasas y matrículas, sí se queja de que el billete de autobús a su Bergara natal ha subido.

Itxaso se dirige junto con su compañera de clase Raquel Campos a comprar el material necesario para asistir a clase y estudiar, -"a ver qué nos encontramos"-, y al igual que Itxaso no aprecia "mucha diferencia de precios entre las tasas y matrículas del curso pasado y las actuales; para lo que decían que iba a subir no me ha parecido muy caro", asegura esta joven vitoriana.

Rubén Fuentes, de Eibar, a punto de comenzar la carrera de Administración y Dirección de Empresas, asegura no tener "referencias" para comparar tasas y matrículas actuales con las de otros años, pero "para ser una carrera de cuatro años" no le parecen muy caras. "Son unos 840 euros. He pedido beca -explica- pero hasta diciembre no sabré si me la conceden", señala un joven que regresa todos los días a su localidad natal para comer en casa, lo que le supone el gasto mensual de 150 euros en billetes de autobús, en cualquier caso una cantidad menor que la habría de abonar de haberse decidido a instalarse en Vitoria. Aún así, "es bastante dinero", lamenta.

Los futuros ingenieros mecánicos Borja Ruiz de Alda, Urko Gastesi, Ibon Ruiz de Alda e Iván Duque no sienten que los precios de su carrera se hayan encarecido de forma significativa. Además, los gastos en transporte no son un problema para los estudiantes vitorianos. "Yo voy en bicicleta", señala Borja. Urko explica que la matrícula le ha salido por "unos 1.000 euros, un poquitín más barato que el año pasado pero porque he cogido menos asignaturas", e Ibon asegura que en su carrera la mayoría del material son "apuntes que sacamos de Internet", con lo que el gasto se limita a tirar de impresora. Ivan, por su parte, cuenta que ya ha utilizado la Red para solicitar la correspondiente beca y contener así el gasto de una matrícula que ronda los 1.300 euros.

La cuestión de las becas enciende a Zuriñe Rodríguez, estudiante de máster. "El truco está en que antes se abría el plazo en septiembre y tenías hasta octubre para pedirla, muchos hacían la Selectividad en junio, no se apuntaban a la Universidad hasta septiembre y contaban con ese plazo. Ahora las han sacado el 30 de junio, con lo que, o no te enteras y pierdes la beca, o a veces ni siquiera sabes para esas fechas si vas a ir a la Universidad", denuncia.

Y eso no es todo. "Los manuales han subido, y los tienes que comprar sí o sí porque es material obligatorio, y los apuntes también los tienes que fotocopiar o imprimir, así que te sube todo un montón. He notado además que en la biblioteca ya no hay manuales, la gente arrampla con ellos cuanto antes para fotocopiarlos lo más rápido posible y no tener que comprarlos, porque te lo piden hoy y lo tienes que tener para mañana", asegura.