Laguardia. El viñedo riojano continúa presentando en general un buen estado sanitario y vegetativo, así como una evolución correcta de la maduración de la uva, según el tercer control de maduración de la uva realizado por los técnicos del Consejo Regulador con el apoyo de la Casa del Vino de Laguardia.
Los análisis de las muestras recogidas por los veedores del Consejo el lunes día 3 indican que la evolución de los diferentes parámetros de maduración alcohólica y fenólica de la uva se desarrolla con normalidad en fechas similares a las del pasado año 2011. Sin embargo, la evolución de la maduración de los viñedos situados en tierras de secano está siendo condicionada por la sequía y la falta de precipitaciones.
En Rioja Alavesa, las muestras se toman en nueve parcelas, aunque no siempre son las mismas, para poder verificar la evolución en sectores diversos. Esta situación ocasiona que la maduración se produzca de forma desigual entre las diferentes parcelas de un mismo término municipal, en función de la ubicación y de las características específicas de dichas parcelas, lo que requiere una vendimia selectiva para alcanzar la máxima calidad en cada una de ellas.
A fecha de ayer, día 5, la vendimia se desarrolla muy puntualmente con las variedades blancas más tempranas y la cantidad vendimiada es aún inferior al millón de kilos de uva (apenas el 2% del total previsto para el conjunto de la Denominación). Con todo, es probable, pues así lo apuntan algunos viticultores de Rioja Alavesa, que dentro de quince días se pueda comenzar a recoger algo de uva en esta zona del territorio histórico.
El boletín de maduración publicado por el Consejo Regulador especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad, altitud y año de plantación del viñedo testigo permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características. De ahí la percepción de los profesionales del sector en Rioja Alavesa, tras el tercer control de maduración llevado a cabo.
El Consejo realiza semanalmente este control hasta el comienzo de la vendimia en cada zona para facilitar información técnica sobre las fechas de vendimia más adecuadas en cada localidad, algo que resulta fundamental para obtener la máxima calidad del fruto.