El Instituto Nacional del Consumo incluyó este mes de agosto un total de 35 alertas sobre productos no alimenticios que podían generar un riesgo grave para los ciudadanos. De ellos, 32 tuvieron que ser retirados del mercado. En concreto, cinco fueron retirados por precaución del fabricante, que detectó anomalías, avisó al INC y procedió a solucionar el problema.