El solemne acto de apertura del curso académico universitario 2012-2013 tuvo que ser ayer suspendido entre los pitidos, gritos y abucheos de un centenar de representantes de los sindicatos de enseñanza y alumnos, que protestaban por los recortes y las subidas de tasas. Ataviados con camisetas o chalecos verdes, exhibiendo tarjetas rojas a modo de protesta y con gritos como "Este acto no se celebra", "Qué casualidad, qué casualidad, el hijo del obrero no puede estudiar", decenas de manifestantes presentes en la sala impidieron que comenzara el acto. Al no poder continuar, el rector de la UAM, José María Sanz, lamentó que el acto se estuviera desarrollando de esa forma tan "triste", y pidió al director general de universidades, Jon Juaristi que declarase inaugurado el curso.
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