Bilbao. Las fiestas patronales y las noches de fin de semana sirven para disfrutar, para deshinibirse y para olvidarse de los problemas y del día a día. Al menos así debería ser, lamentablemente, existen ocasiones en las que, en lugar de disfrutar algunas personas utilizan las fiestas para desmadrarse, encararse con otras ciudadanos y acabar, en muchas ocasiones, protagonizando una reyerta. Sin embargo, en los últimos años, lo que antes no pasaban de ser trifulcas festivas, se han convertido ahora en enfrentamientos, en ocasiones, a punta de navaja. Se han dejado atrás las palabras altas y los golpes para dar paso a un baile de armas blancas que en ocasiones pueden resultar letales.

La brutal agresión vivida el pasado sábado por una joven pareja en la celebración de la fiesta de Eneperi en Bakio es una muestra de este tipo de agresiones. Aunque no se trata de un caso aislado ya que el pasado viernes, esta vez en las fiestas patronales de Erandio, dos jóvenes fueron detenidos, en una operación conjunta entre la Ertzaintza y la Policía Municipal, como presuntos autores de una agresión con arma blanca a un vecino de la localidad. La causa fue, al parecer, una disputa entre tres jóvenes del municipio y otros tres de origen magrebí. Lo que comenzó siendo una discusión acabó en palabras mayores cuando uno de los participantes en la reyerta utilizó una navaja para agredir a uno de sus contrincantes. Uno de los vecinos de Erandio resultó herido, presentaba un corte en uno de sus costados, varias heridas sangrantes en la cara, así como diversos golpes y magulladuras.

A lo largo del verano de 2012 han sido varias las agresiones con arma blanca que se han dado a conocer debido a su violencia. El pasado 22 de julio, en plena celebración de la fiestas de la Magdalena en Arrigorriaga, un joven de 26 años resultó herido en el hombro al recibir un navajazo durante una pelea entre dos cuadrillas. Asimismo, la Ertzaintza arrestó a un joven de 32 años como presunto autor del navajazo.

También la capital vizcaína ha sido escenario de una reyerta multitudinaria en la que un hombre resultó herido por arma blanca. Los hechos tuvieron lugar a mediados de julio en la calle Autonomía, en los alrededores de la plaza de la Casilla. Cinco hombre, de Europa del Este, fueron detenidos por la Policía vasca después de protagonizar una reyerta con arma blanca en la que uno de los participantes tuvo que ser evacuado a un centro hospitalario con varios navajazos en el cuello, la rodilla y la espalda, este último le alcanzó el pulmón.

A principios del pasado agosto, también en la capital vizcaína, la Ertzaintza arrestó a una mujer de 40 años por agredir, presuntamente, a otra mujer con una navaja de grandes dimensiones. Al parecer, en el transcurso de una pelea entre varias personas en la bilbaína calle Nicolás Alkorta, la detenida agredió a otra mujer. La víctima fue trasladada de urgencias a un centro hospitalario con lesiones en el estómago y un hematoma importante en el hígado.

El suceso acontecido en Bakio ha consternado a una población poco habituada a este tipo de ataques. Las zonas más rurales parecen menos expuestas a agresiones, peleas y reyertas, pero es inevitable que este tipo de titulares irrumpan en los medios de comunicación y lo cierto es que este tipo de sucesos no han faltado en las fiestas y madrugadas de Bizkaia y es algo que está dejando de ser patrimonio de las grandes urbes.