Vitoria. La capital alavesa vivió momentos de angustia en la madrugada del pasado lunes. No en vano, la Policía autonómica tuvo que emplearse a fondo en el barrio de Salburua ante las evidencias de que se había producido una agresión machista y de que ésta había concluido con una víctima con múltiples cortes producidos por el filo de una herramienta cortante. Ante tales circunstancias, los agentes de la Ertzaintza no se anduvieron con contemplaciones y emplearon toda su energía en reventar la puerta del piso en el que presuntamente había ocurrido la agresión. Allí descubrieron a la víctima, que tuvo que ser evacuada a un centro hospitalario por sus heridas, que después se comprobaron de carácter leve. También comprobaron que el supuesto agresor había huido. Sin embargo, la escapada duró poco y los ertzainas lograron poner a buen recaudo al sospechoso, un joven de 27 años, al que atraparon en los garajes subterráneos de la urbanización en la que se dieron los hechos. Al parecer, a éste no se le ocurrió mejor idea que agredir con un arma blanca a su expareja. En su empeño por marcar a la que fuera su novia, el maltratador atinó con un cuchillo de cocina en las piernas y en la cara de la mujer. Toda una declaración de intenciones. Ante tales circunstancias, los agentes encargados del caso se vieron en la obligación de detener al sospechoso, al que han acusado de ser el presunto autor de un delito de violencia de género.

En concreto, según fuentes del Departamento vasco de Interior consultadas por este diario, los hechos se produjeron sobre las cinco de la madrugada del lunes, en un piso situado en el citado polígono, que asume la expansión urbana hacia el este de la capital alavesa. Tal y como se desprende de la denuncia interpuesta, sobre esa hora se inició una discusión entre la mujer y su excompañero sentimental. En ese momento, algo en la mente del posteriormente detenido se quebró y su conducta viró hasta mostrar una actitud agresiva hacia ella. Tras esgrimir un cuchillo de cocina, arrojó a la víctima sobre una cama. A su merced, le practicó varios cortes, uno en la cara y otro en la pierna. Pero la cosa no quedó ahí, ya que el varón profirió todo tipo de amenazas a la integridad física de la que fuera su pareja.

Ante la magnitud de los acontecimientos, fue el actual compañero sentimental de la víctima, que también se encontraba en la vivienda, quien alertó de la grave situación que se estaba produciendo. A su llegada, y al ver que nadie les abría del interior, los agentes derribaron la puerta para auxiliar a la víctima. La misma precisó ser trasladada a un centro sanitario para ser atendida de las heridas sufridas, que resultaron no ser de gravedad.

En cuanto al presunto autor de los hechos, que tuvo tiempo de abandonar el piso, fue localizado poco después en el acceso a los garajes de un inmueble cercano.