Bilbao. LA estocada del Parlament de Catalunya a las corridas hace dos años obligó a coger el debate de los toros por los cuernos. El anuncio esta semana de que, previsiblemente, no habrá toros en Donostia en 2013 pone en entredicho el futuro de la lidia en Euskadi. Y aunque mucha gente asista a la polémica desde la barrera, los taurinos creen que los toros no han recibido ni mucho menos la puntilla. Los dos principales clubes de Bilbao, el Cocherito y el Taurino, están seguros de la vitalidad de la fiesta. "Los toros gozan de muy buena salud en el País Vasco porque hay mucha afición y lo que han hecho en Donostia roza el esperpento, porque esconde otra serie de sentimientos", certifica Daniel Gómez, presidente del Club Taurino. Desde el Club Cocherito -que ha recogido firmas en un manifiesto a favor de los toros en Donostia- tampoco se teme que en Euskadi se prohíban las corridas porque "están asentadas, tienen respaldo social y entronque popular". Ambas entidades creen que "se utilizan los toros como una herramienta política y arma arrojadiza".

La misma opinión comparte el cronista y experto en tauromaquia, Javier Villán, quien considera difícil que Bilbao repita el mismo esquema de Donostia "porque es una de las tres plazas más importantes junto con Las Ventas y La Maestranza y es donde se ven toros más serios".

El hecho de que en esta Aste Nagusia la entrada haya sido más floja que otros años se atribuye exclusivamente a la crisis económica. "Está claro que las entradas son caras, pero afición hay y mucha. Quizá deberíamos hacer más pedagogía copiando iniciativas como las de El Juli de abonar la mitad de la entrada a los menores de treinta años", manifiesta Daniel Gómez. Los aficionados vascos arguyen además la tradición al toro en tierras vascas con plazas en Sopuerta, Karrantza, Orozko, Azpeitia, o Tolosa.

Aunque el alcalde de Donostia confirmó que el gobierno municipal no renovará las corridas de la Semana Grande, quizá Juan Karlos Izagirre haya pinchado en hueso porque la oposición se resiste a tirar la toalla. PP y PSE-EE han pedido que se mantengan y el PNV ha solicitado "un debate sosegado".

Al quite, pero de la indignación, permanece el mundo del toro. El diestro Antonio Barrera, que usó hace diez días un capote en el que estaba dibujada la ikurriña, y previamente había toreado con una muleta con la senyera, cree que "eliminar la fiesta taurina en San Sebastián supone un claro rechazo a todo lo que huele a España". La Unión de toreros también rechaza el veto y asegura que "los políticos siguen utilizando la fiesta de los toros como arma arrojadiza y demagogia política" y que "ese discurso no va acorde con la propia historia y cultura de San Sebastián", según Juan Diego Vicente. El presidente de la Mesa del Toro, Carlos Núñez, también expresa su rechazo a la que considera una medida política, ya que "entender la fiesta de la tauromaquia como algo español no tiene sentido, es una fiesta universal", subraya.

partidarios y detractores

El barco antitaurino

Pero si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad, los toros estarán erradicados el próximo año de Donostia, medida que satisface a los ecologistas. Así, cien activistas de Equanimal recorrieron ayer sábado en barco la Ría de Bilbao para pedir la abolición de los toros. El portavoz de este colectivo, José Luis Salgado, valora positivamente la decisión de Izagirre y le pide que certifique a la ciudad como antitaurina, al tiempo que espera que se extienda a más pueblos vascos. "No creemos ni que la tauromaquia sea patrimonio español ni que ser antitaurino sea patrimonio vasco o catalán", declara. La misma idea expresa Teo Oberhuber, de Ecologistas en Acción. "Es cierto que en Donostia existe afición, pero también lo es que la fiesta sobrevive gracias a las subvenciones de la UE, las comunidades y ayuntamientos, y no es justo que con dinero de todos se financie esto", declara.

Desde aquel Miguel de Unamuno que declaraba que "siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros", en Euskadi, las listas de partidarios y detractores del toro están muy nutridas. Es el caso de Unax Ugalde, que ha manifestado que "si los toros son cultura, el canibalismo es gastronomía". En el extremo opuesto se hallan el cocinero Aitor Elizegi o el presentador Ramón García, asiduos a las corridas y a los coloquios taurinos.