Vitoria. La picaresca avanza a ritmo 2.0 para equipararse a las exigencias de los nuevos tiempos. Algunos delincuentes, aficionados al teclado y al ratón, han descubierto un auténtico filón interceptando las comunicaciones entre quienes compran y venden a través de Internet, de manera que, empleando todos los trucos a su alcance, logran hacerse con las cuentas y contraseñas de los usuarios con la idea de vaciarles los bolsillos. Palabras como spyware o phising forman ya parte del vocabulario habitual de miles de internautas que buscan evitarse sustos al navegar por la Red. La mera instalación de un antivirus hace mucho tiempo que dejó de ser eficaz y es necesario mantenerse alerta para evitar convertirse en una cibervíctima. Pero la precaución asociada tradicionalmente a los ordenadores, portátiles y netbooks también se ha quedado corta. Es crucial prestar atención a todas las actividades que desde los nuevos teléfonos móviles inteligentes y tablets se realizan en Internet. Los ciberladrones son conscientes de que su presencia se impone progresivamente en las transacciones comerciales digitales y de que son los dispositivos más vulnerables. Muchos usuarios de smartphones y tabletas ni siquiera emplean aplicaciones que garanticen la seguridad de sus aparatos a pesar de usarlos regularmente para moverse por la Red.
preservar los datos Trusted Shops, una destacada empresa europea dedicada a la certificación de tiendas online, ha advertido de que el vertiginoso incremento de las ventas a través del canal digital frente al tradicional hace imprescindible la adopción de nuevas medidas que protejan a los consumidores. Estas medidas deben establecer un estándar que garantice la seguridad de los procesos, con independencia del dispositivo o plataforma utilizado para realizar las compras. El objetivo es proteger la confidencialidad de los datos del comprador y educar a los nuevos usuarios para que se aseguren de la naturaleza de las tiendas online.
Actualmente existen muchos programas espías y aplicaciones que recopilan información sin que los usuarios de los dispositivos en los que están operando lo sepan. Se apropian de datos sobre el usuario para beneficiarse económicamente y también para fines publicitarios. Pueden hacerse con el nombre y la contraseña del correo electrónico del usuario, dirección IP y DNS de los equipos, hábitos de navegación y, lo que es más importante, datos bancarios usados para realizar las compras por Internet.
Recientes informes, como el elaborado por Juniper Networks sobre pagos móviles para la adquisición de bienes físicos y digitales, ponen de manifiesto que las compras sobre los dispositivos móviles supondrán el 30% del total del e-commerce en el año 2017. "Esto ocurre sobre un nuevo soporte que tiene menos de 10 años de vida. Hablamos de un enorme volumen de negocio y de una cantidad ingente de transacciones comerciales multiplataforma que los compradores desarrollarán en cualquier momento y lugar sobre una gran variedad de dispositivos", declara David Chau, director ejecutivo de Trusted Shops.
El imparable empuje de los nuevos dispositivos está relegando paulatinamente al uso de los ordenadores tradicionales. "Poco a poco, tablets y smartphones se están revelando como el canal principal para cualquier tipo de actividades en la Red. Una tendencia que, obviamente, incluye el e-commerce y las compras en establecimientos online. En este sentido, al incrementarse el uso del comercio electrónico, aumentará el acercamiento de consumidores menos familiarizados con el medio. Antes de que dicho fenómeno se produzca, se hace imprescindible la concienciación y educación de estos nuevos compradores, muchos de los cuales carecen de experiencia suficiente en este ámbito. Así, además de garantizar un e-commerce más seguro, se evitarán posibles fraudes en este tipo de públicos más sensibles", agrega Chau.
"La protección a los consumidores -alerta- debe llegar cuanto antes a los dispositivos móviles con el establecimiento de estándares de protección y sellos de calidad que ofrezcan la misma seguridad que la que se obtiene cuando se compra desde un ordenador. Este es el momento óptimo para ponerse en marcha, antes de que un incremento desaforado del e-commerce móvil deje a millones de compradores desprotegidos".