Vitoria/Pamplona. Los Bomberos de la capital gasteiztarra ayudaron a los de la Diputación alavesa a sofocar un incendio de matorrales que se declaró el pasado martes en la zona de los molinos de viento de la sierra de Elgea. Según información aportada por el Consistorio vitoriano, los profesionales del retén afrontaron el fuego perimetrándolo con la ayuda y el trabajo de dos excavadoras. Cuando las llamas llegaron a las defensas hechas por las máquinas terminaron de extinguirlas con las autobombas allí desplazadas. En principio, y en el momento de cierre de la presente edición, aún no se habían determinado los daños provocados por las llamas. En principio, según las autoridades, no se habían podido valorar los destrozos porque los trabajos de extinción se desarrollaron a lo largo de la noche, hasta las 6.00 horas de ayer miércoles.
Y como el fuego no entiende de fronteras ni de descansos, pasadas las seis de la tarde del pasado martes, efectivos del gasteiztarra parque de Bomberos y de las unidades comarcales de extinción de incendios se desplazaron hasta las localidades navarras de Viana y Aras, respondiendo a la demanda de petición de medios del Gobierno de Navarra para sofocar un incendio forestal, en el que se habrían quemado más de 2.000 hectáreas, según el responsable del operativo de la comunidad foral. Acudieron Bomberos de Vitoria, UCEIS y voluntarios de Campezo, que se pusieron a disposición del mando navarro. Se les encomendó la protección de las cercanías del pueblo. Pasadas las tres de la pasada madrugada regresaron a sus diferentes bases de operaciones.
En concreto, el incendio ha requerido hasta la fecha un dispositivo integrado por 185 personas y 80 vehículos. Hasta que las condiciones de visibilidad lo permitieron, siete medios aéreos realizaron descargas de agua sobre las llamas. En ese sentido, los recursos movilizados desde el territorio histórico alavés consistieron en dos autobombas, dos vehículos de transporte de personal, un vehículo de mando y ocho bomberos. Por su parte, el Gobierno de Navarra aportó 12 autobombas, tres nodrizas, ocho vehículos de transporte de personal, cinco vehículos de mando, un técnico de medio ambiente, dos guardas forestales, cinco mandos y 70 bomberos (incluida la BRIF), tres helicópteros, una ambulancia en prevención, cuatro patrullas de la Policía Foral (ocho agentes) y una unidad móvil de telecomunicaciones.
Además, el Gobierno de la Rioja aportó la BRIF (con 17 personas), un helicóptero y un vehículo de transporte de personal, y el Ayuntamiento de Logroño dos autobombas y ocho bomberos. Mientras, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente puso a disposición de Navarra un avión de carga en tierra. A últimas horas de la tarde del martes, la ANE (Agencia Navarra de Emergencias) elevó al nivel 2 la alerta por el incendio y solicitó ayuda al Estado, que envió recursos de la Unidad Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa. En concreto, se incorporaron a media noche al dispositivo seis autobombas, dos vehículos nodriza, 50 soldados y sus mandos, 10 vehículos de transporte de personal, una ambulancia, una unidad de telecomunicaciones y un vehículo de mando. En cuanto a voluntarios, colaboran unos 25 agricultores de la zona con sus tractores, y la Cruz Roja aportó cinco personas y un vehículo para avituallamiento. La DYA, por su parte, estuvo presente con un vehículo y cinco voluntarios.
Todo ello fue necesario debido a la incidencia de un incendio que aún ayer dio mucho trabajo y provocó muchos dolores de cabeza a las autoridades. No en vano, las llamas continuaron ayer con "zonas activas" durante la jornada aunque se encontraba "prácticamente perimetrado y en fase de control" a media tarde. Poco después se controló por completo. Tal circunstancia fue posible después de que durante la noche del martes al miércoles hubieran trabajado casi 200 personas en intentar extinguir el incendio. Así, al menos, lo confirmó el vicepresidente segundo y consejero portavoz del Ejecutivo navarro, Juan Luis Sánchez de Muniáin.
En otro orden de cosas, la fuga de agua en una boca de riego en la senda José Pablo Ullibarri motivó otra intervención de los Bomberos gasteiztarras la pasada media noche, ya en el lugar observaron que la manguera estaba rota, pero como no pudieron cerrar la boca de riego, hicieron una torsión en la manguera para que dejara de fugar.