Vitoria. Cuidar de un jardín puede resultar una tarea más o menos sencilla durante los meses húmedos, sobre todo en una comunidad autónoma como Euskadi, pero llegado el verano muchos de estos floridos rincones pierden su gracia y su vivacidad. Para evitar que esto ocurra, los profesionales del sector aconsejan a los usuarios vascos de estos pequeños vergeles que extremen la precaución, principalmente con el riego. Una advertencia a tener muy en cuenta en plena avalancha de olas de calor continuadas, que pueden echar a perder el trabajo y el mimo de meses.
Con la intención de ofrecer una serie de directrices adaptadas a cada zona geográfica concreta, el prestigioso paisajista madrileño Fernando Pozuelo recomienda a los titulares de jardines en el País Vasco que controlen escrupulosamente la cantidad de agua que reciben sus plantas. "Es un aspecto importante a tener en cuenta y que es necesario vigilar debido a la frecuencia de las precipitaciones en esta comunidad", señalan desde el estudio de Pozuelo.
Comprobar que el riego es el adecuado es un factor "vital", máxime considerando las grandes diferencias de temperaturas que se producen en la CAV, elevadas durante el día y mucho más frescas por la noche. "Hay que garantizar el adecuado desarrollo de las plantas y se debe hacer según las condiciones de cada jardín, su orientación, las especies que hay plantadas y la estación del año", indican los expertos.
Si se trata de sistemas de riego automáticos, es aconsejable revisar las instalaciones, sobre todo, en verano, tanto para su correcto funcionamiento como para la optimización del mismo durante el tiempo de riego. "Éste ha de ser afín a las exigencias hídricas y de transpiración de las plantas -precisan-, para evitar desecaciones y encharcamientos cuya solución es más complicada, tanto en los daños en el material vegetal como en las escorrentías y blandones en el terreno".
Saber cuándo regar también es conveniente. Nunca, y menos con los cielos despejados de estas semanas, debe hacerse en las horas centrales del día, ya que el agua se evapora rápidamente y, además, las gotas pueden actuar como una lupa cuando el sol pasa a través de ellas, quemando la superficie de las hojas de las plantas.
Otro de los capítulos a prevenir es la posible aparición de hongos en los jardines como consecuencia de la alta humedad ambiental característica de la comunidad autónoma. "Con la aplicación de tratamientos fitosanitarios con fungicidas se pueden resolver de forma rápida y eficaz", explican los responsables del estudio paisajístico.
Las recomendaciones realizadas tienen en cuenta que algunas de las variedades arbóreas más utilizadas para plantar en los jardines de Euskadi son los magnolios, los tejos, abedules, acebos, hortensias, avellanos, azaleas o gardenias, entre otros. "Plantas especialmente adecuadas para este tipo de terreno, generalmente acidófilo, ya que son capaces de tolerar grandes exposiciones al sol dada la humedad ambiental y la periódica pluviometría, con los necesarios apoyos de riego estivales".
El último consejo que ofrecen desde el estudio de paisajismo, integrado por profesionales especializados en las diferentes ramas de la arquitectura, ingeniería, delineación, pintura, escultura, escritura, artesanía o música, está relacionado con las podas. Éstas, apuntan, deberán ser leves, "denominadas técnicamente pinzados, que se realizarán con la finalidad de mantener la forma o parte de las mismas".