Vitoria. Los obispados de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, y la asociación Kristau Eskola, mostraron ayer su satisfacción por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que anula el decreto del Gobierno Vasco sobre los estudios de Religión en Bachillerato que, a su juicio, "relegaba la asignatura a la marginalidad". La normativa, aprobada en 2009 por el anterior Ejecutivo tripartito, permitía a los centros educativos de la comunidad autónoma sacar la asignatura del horario lectivo.
En una nota, los firmantes entienden que la sentencia "vuelve a dar amparo al derecho constitucional de los padres" para que sus hijos puedan recibir en el sistema público o de iniciativa social "la educación religiosa y moral que sea conforme a sus principios y convicciones". Sin embargo, lamentan que "desgraciadamente" los tres años y medio transcurridos desde la entrada en vigor del decreto han provocado que la asignatura de Religión "haya dejado de cursarse en la gran mayoría de los centros públicos vascos, o que haya quedado reducida a una situación marginal en otros".
Por ello, solicitaron a la actual consejería de Educación del Gobierno Vasco que, ante el inicio del curso escolar, realice "sin demora" las gestiones necesarias para restablecer el orden legal correspondiente a la asignatura de Religión "sin ningún tipo de discriminación y con el rango académico que le corresponde".
Ello comprende la oferta, para la elección libre del alumno, de la asignatura de Religión o de otra asignatura alternativa que sea equiparable y evaluable, y que no debe entrar en el contenido curricular de otras materias.