Vitoria. Rioja Alavesa no sólo antepone la calidad de sus vinos a la cantidad, sino que también aplica esta máxima a las condiciones de sus trabajadores. De hecho, se ha convertido en un ejemplo para las otras dos subzonas de la Denominación de Origen Calificada Rioja por las buenas condiciones de residencia que ofrece a sus temporeros. Sin ir más lejos, son varias las bodegas que habilitan lugares de alojamiento, así como las casas que proporcionan los pequeños agricultores o el albergue municipal que existe en Villabuena de Álava y que se abre en temporada de vendimias. De esta forma, se permite que los trabajadores acudan con sus familias y cuenten con unas condiciones laborales dignas. No hay que olvidar que en Rioja Alavesa se contabilizaron el año pasado 362 bodegas y 2.312 agricultores que trabajan por cuenta propia, un sector que requiere de muchos temporeros.
La zona de Rioja Alavesa en la que se concentra más actividad de las 18 localidades donde se cosecha es Laguardia, que cuenta con 63 bodegas embotelladoras, así como de 3.421,11 hectáreas dedicadas a frutos tintos y 236,51 a blancos. En el otro extremo se encuentra Salinillas de Buradón, que cuenta con 52,73 hectáreas de uva negra y 3,71 de uva blanca, respectivamente. Sin embargo, el pequeño núcleo del territorio no suma ninguna bodega embotelladora registrada.