Vitoria. ¿Cómo valora el anuncio de eliminar la opción de interrumpir el embarazo cuando el feto sufre malformaciones graves?
De momento solo es una declaración de intenciones; a día de hoy se siguen eliminando a cargo del sistema sanitario público la mayoría de los niños que deberían nacer con discapacidad o dependencia congénita y aquellos con una esperanza de vida acortada. No obstante, de llevarse a cabo, sería un verdadero progreso que pondría a España a la cabeza de la protección de los derechos fundamentales. Sin embargo, estamos en riesgo de que estos seres humanos puedan seguir siendo ejecutados con el pretexto del tradicional coladero de la salud psíquica de la madre.
Algunos sostienen que derogar la 'Ley Aído' sería volver a tiempos predemocráticos.
La Ley Aído fue aprobada por el PSOE con una minoría simple y el apoyo de partidos minoritarios como el PNV o CiU y formaciones de extrema izquierda. Realmente eso no refleja el sentir de la mayoría de los españoles sino de un sector de la población. Esa reforma no estaba en el programa electoral del PSOE, por lo que a sus votantes les ocultaron sus intenciones.
Usted afirma que la mayoría de los niños que deberían nacer con síndrome de Down han sido eliminados durante estos años.
No es que lo diga yo, es que es un hecho. La extensión de los programas de diagnóstico prenatal de síndrome de Down en todo el país, unido a leyes restrictivas con el derecho a la vida, han hecho que 9 de cada 10 niños diagnosticados durante su gestación hayan sido eliminados invocando el derecho de autodeterminación de la mujer. Ningún pretendido derecho de autodeterminación puede ser conseguido legítimamente mediante el expediente de matar a otros, especialmente si son inocentes.
¿La norma actual es, en este aspecto, más permisiva que la anterior?
La ley del 85 despenalizaba el crimen por "riesgo fetal" hasta la semana 22. La Ley de 2010 mantuvo ese supuesto y lo amplió sin limite de plazo cuando se tratase de lo que el legislador llamó "enfermedades incompatibles con la vida" y "graves e incurables en el momento del diagnóstico".
Hay voces que estiman que se obligaría a un sufrimiento gratuito.
Estos argumentos son sentimentales, no racionales. En todo aborto ocurren una serie de hechos científicos: un ser humano muere, otro ser humano mata y a una mujer se le causa un daño. El ser humano que mata y causa el daño no es la mujer sino el médico y esto es contrario a la esencia de la profesión médica. El médico no es quién para matar a su paciente por muy enfermo que pueda estar. Se puede ser feliz aún con discapacidad o dependencia como demuestran miles de personas en todo el mundo. Hay una diferencia ética sustancial entre dejar morir en circunstancias extremas y entre matar deliberadamente para acortar la vida con la excusa de eliminar el sufrimiento. Hitler dio una orden a los médicos, tanto civiles como militares, utilizando los mismos argumentos.
Muchos están indignados por las exigencias que supone el cuidado de un discapacitado mientras recortan la Ley de Dependencia.
Es muy triste pensar que hay que eliminar a un hijo simplemente por dinero. En el caso de los hijos con discapacidad creo que un Estado social tiene que ayudar a las familias más desfavorecidas e utilizar el ingenio para ello. Por ejemplo se me ocurre que se podría dedicar una parte de los ingresos obtenidos con la Lotería Nacional o las quinielas para ayudar a estas familias.
Hay quien se muestra favorable a una ley de regulación de la objeción de conciencia ¿cuál es su posición?
Que cuando un médico se opone a facilitar en cualquier modo la destrucción de un ser humano, sea cual sea su edad o su estado de salud, está cumpliendo con su obligación deontológica y el que no se opone la incumple. Que el Estado pretenda regular la conciencia del médico es una intromisión intolerable. El médico no es ni un policía ni un soldado y matar nunca puede ser una función exigible a un médico.
¿No cree que la nueva reforma podría derivar a muchas mujeres hacia clínicas clandestinas?
Sabemos que la estrategia de la agenda abortista siempre ha sido falsificar las cifras de abortos clandestinos y que las mujeres siguen muriendo a causa de los abortos incluso aunque se practiquen en condiciones sanitarias o de higiene. Si un ser humano está decidido a matar a otro, sea licenciado en medicina o una curandera, lo haga en un clínica o en un apartamento y se lucre con ello, deberá ser perseguido por la Justicia.