Vitoria. Un sentimiento agridulce embarga al alcalde en vísperas de la bajada de Celedón: agrio por los golpes de la economía y dulce porque el aldeano de Zalduondo llega hoy para inundar Vitoria de fiesta durante seis días. Aún así, Javier Maroto esbozó ayer su mejor sonrisa al final de su última comparecencia pública antes de las vacaciones estivales para reconocer que La Blanca es tiempo "para la alegría, para la sonrisa y para disfrutar en la calle". Por ello, animó a todos los gasteiztarras, también a quienes atraviesan una situación económica difícil, a pasarlo lo mejor posible, deseándoles unas felices fiestas en paz y buen ambiente. "¡Ánimo! ¡A disfrutar! ¡Vamos a salir de ésta!", exclamó Maroto.

Fue el mensaje de felicitación del primer edil a los vitorianos minutos antes de recibir a Gorka Ortiz de Urbina para entregarle los complementos que esta tarde lucirá en una abarrotada Virgen Blanca. La bota y el paraguas, dos símbolos de los que Celedón no se separa durante los cerca de diez minutos que tarda en atravesar la plaza, mientras el gentío bota al son de Celedón ha hecho una casa nueva para después saludar a los presentes desde la balconada de San Miguel.

Este año, con motivo del galardón Green Capital que ostenta la ciudad, el Ayuntamiento ha querido hacer un guiño al verde. De esta manera, Celedón lucirá dos paraguas: el tradicional azul con raya blanca y otro verde, también con raya blanca, con el que se asomará a la balconada para arengar a la multitud que espera con ansia su saludo para sumergirse cuanto antes en seis días y noches de fiesta.

Sin duda, la bajada de Celedón constituye el momento más esperado de La Blanca y una de las ocasiones en que Gasteiz logra reunir a más gente en un mismo evento -la otra es la cabalgata de Reyes-. Más de 35.000 gasteiztarras y visitantes se esperan, ya que las jaias arrancan este año en sábado, con lo que se espera un fin de semana de gran ambiente festivo. Zorionak! Felices fiestas a todos.