Donostia. El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, pidió ayer a los ciudadanos que hagan un "esfuerzo solidario" y donen a través de Cáritas una paga extra en favor de los más desfavorecidos por la crisis económica que, en su opinión, es consecuencia de un "pecado" del que "todos" somos "cómplices". El prelado donostiarra presidió ayer la misa de la festividad de San Ignacio en la Basílica de Loiola de Azpeitia, a la que asistieron autoridades como la consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, aunque no el diputado general, Martín Garitano, quien sí acudió a la tradicional recepción de autoridades celebrada ante el Ayuntamiento de la localidad.

El prelado donostiarra centró su homilía en la crisis económica y en la "grave situación" que atraviesan "muchos sectores" de la población y pidió a los católicos y a las personas que se sientan interpeladas por esta situación que donen una de sus pagas extraordinarias o que, en la medida de sus posibilidades, hagan un donativo puntual, por ejemplo, un día de sueldo al mes en referencia a la campaña que está llevando a cabo la organización y las bases de Cáritas.

En su opinión, "en la medida en que Occidente ha ido perdiendo sus raíces cristianas, ha invertido sus valores, colocando el tener por encima del ser". "Éste ha sido el motivo último por el que ahora nuestra sociedad se encuentra al borde de la quiebra. Una sociedad que coloca el tener por encima del ser, se encamina hacia un consumismo sin límites por las sendas de un despilfarro irracional", lamentó.

Las críticas del obispo donostiarra se extendieron a las administraciones que, a su juicio, de forma bastante generalizada han gastado "el dinero que no tenían endeudando a las instituciones y comprometiendo el futuro de las generaciones venideras". También denunció la actitud de bancos, cajas de ahorros e instituciones financieras por sustentar sus "escandalosos beneficios" sobre unos cimientos de una "economía irreal", al tiempo que calificó de "inmorales" los sueldos con los que "fueron blindados" sus consejos de Administración.

No obstante, José Ignacio Munilla insistió en que "no se trata solamente de mirar hacia arriba", hacia los que han llevado "las riendas de la economía", ya que "estamos ante un pecado del que todos hemos sido cómplices". "También nosotros hemos comprado lo que no necesitábamos, pagando con un dinero que no teníamos, construyendo un modelo de sociedad contraria a los valores del Reino de Dios. Tenemos que reconocer que hasta en los niveles más populares se le había otorgado carta de ciudadanía al fraude fiscal. Sisar a Hacienda parecía estar fuera del campo moral", aseguró Munilla.

El obispo donostiarra cree que salir de esta situación requiere "un sacrificio colectivo" y pidió a los católicos y a las "personas de buena voluntad que confían en la gestión de Cáritas" que donen una "paga extra en favor de los más afectados por la crisis". En este sentido, expuso que desde el inicio de la crisis el número de personas atendidas anualmente por esta entidad en Gipuzkoa ha pasado de 15.000 a 24.000. "Y es de suponer que los fuertes recortes realizados en el momento presente, especialmente en materia de paro, provocarán en los próximos meses un sustancial aumento de solicitudes a Cáritas", expuso.

Desveló, asimismo, que él ya ha dirigido esta misma invitación a los sacerdotes de la diócesis de Donostia-San Sebastián, así como a los colaboradores y trabajadores ligados a la tarea pastoral de la Iglesia católica, cuyo sueldo es "muy modesto, muy por debajo del salario medio en nuestra sociedad", aunque está convencido de que participarán en la medida solidaria.

Munilla dijo que el próximo mes de septiembre presentará en una comparecencia de prensa esta iniciativa, que decidió adelantar antes de las vacaciones estivales para que sea tenida en cuenta y "seamos más austeros en nuestros gastos de estos días".

"Una sociedad que coloca el tener por encima del ser se encamina hacia un consumismo sin límites"

"Es obvio que estamos ante un pecado del que todos hemos sido cómplices"

José ignacio munilla

Obispo de Donostia