Vitoria. Durante los años de bonanza económica, aquellos en los que la crisis ni siquiera asomaba en el horizonte, la balconada de San Miguel se transformaba en el escaparate social de la fiesta vitoriana durante la bajada de Celedón. Un lugar donde ver y dejarse ver, en el que se daban cita la clase política y los VIP, tanto locales como foráneos. Pero en los tiempos de la tijera, las estrecheces y las amenazas de despido, el recinto sobreelevado lleva camino de convertirse en un altavoz reivindicativo. El grupo municipal de Bildu está decidido a ello y, para lograrlo, ha invitado este año a los trabajadores de Laminaciones Arregui, a la Asamblea por el Derecho a la RGI (Renta de Garantía de Ingresos) y a Kaleratzeak STOP Araba, a contemplar el txupinazo desde este emblemático lugar. "Tres colectivos que pueden simbolizar la lucha contra las intolerables medidas laborales del PP", según puntualizaron ayer los representantes de la coalición abertzale.
Aprovechando el anuncio de las invitaciones a estos tres colectivos "ejemplos de la lucha social", los portavoces de Bildu denunciaron ayer que la dirección de la antigua Laminaciones Arregui "está presumiblemente empleando el ERE de extinción para presionar a sus trabajadores". "Es un hecho que, concluido el plazo para ejecutarlo, la firma ha despedido a 10 personas de las 190 incluidas en el expediente y, por tanto, podría evidenciar que la empresa tiene la intención de seguir con la producción pero reduciendo costes vía despidos", agregaron.
denuncia de atea Por otra parte, los responsables de la Asociación para un Trato Ético con los Animales, ATEA, informaron ayer de la presentación de una denuncia formal contra el Ayuntamiento de Vitoria por la celebración de la carrera de burros del Día del Blusa, evento que, como todos los años, tuvo lugar el pasado 25 de julio en la plaza de la Virgen Blanca.
Desde la agrupación se indicó que sus inspectores han venido recopilando material gráfico del evento desde hace varias ediciones, "al que hay que añadir el facilitado por los propios medios informativos locales". Para argumentar su denuncia, explicaron que los burros "obligados" a tomar parte en la competición son animales "dotados de una gran sensibilidad" que al verse inmersos en un entorno como el que encuentran al abrirse el portón del camión que los transporta a Vitoria "perciben un escenario extremadamente hostil, donde al consabido ruido ambiental se le une la obligación de comportarse de una manera que, simplemente, no tiene ningún significado natural para ellos".
Los integrantes de ATEA señalaron que durante la última edición de dicha carrera pudieron contemplarse escenas "muy poco edificantes", tales como "animales desplomándose sobre un suelo para el que sus pezuñas no están adaptadas, constantes tirones de los propietarios y de los mismos blusas, golpes propinados por éstos para que corrieran, burros en estado de colapso psíquico en plena carrera y literalmente arrastrados sobre sus patas por los promotores del evento". En definitiva, angustiados y sometidos a un estado de severo estrés, según lamentaron los responsables de la plataforma.
ATEA aseguró que la imagen que Vitoria ofrece con este espectáculo no sólo resulta "nefasta", sino que además vulnera la normativa proteccionista que rige en la capital alavesa. En concreto, advirtieron del incumplimiento de la normativa genérica vasca que, en su apartado de prohibiciones incluye la de incluye la de "maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos y angustia injustificada". Paralelamente, señalaron que dentro de la misma normativa se infringe otro de sus artículos que prohibe "imponerles (a los animales) la realización de comportamientos y actitudes ajenas e impropias de su condición o que impliquen trato vejatorio".
En relación con los eventos en los que participan animales, la empresa Iniciativas Taurinas informó ayer de su decisión de aplazar el espectáculo Gran Prix a una fecha aún sin determinar, "con el fin de darle la relevancia que requiere, dado que ha quedado eclipsado por la feria taurina de la Virgen Blanca". El dinero de las entradas se devolverá íntegramente y los interesados podrán adquirirlas de nuevo cuando se dé a conocer el día de su celebración.