Vitoria. Baños de Ebro abrió ayer uno de sus mejores tesoros, los centenarios calados que existen en el pueblo, al otro lado del puente, como se dice en esta localidad, para mostrar el lugar donde hacen y se crían algunos de los mejores vinos cosecheros de Rioja Alavesa. Se trata de un barrio de bodegas centenarias, en la zona que hay entre la carretera y el río Ebro, con sus característicos calados o cuevas, excavados a mano en la roca con más o menos profundidad desde hace más de un siglo, aprovechando aquellas jornadas en las que la climatología no permitía realizar las labores agrícolas. Actualmente casi todos están en desuso, pero su mantenimiento y conservación se han convertido en una prioridad para un pueblo que tiene en ellos uno de sus más valiosos patrimonios. De hecho, pocos pueblos pueden estar más orgullosos como éste por la limpieza y decoro de sus calles a instalaciones.
Dentro de los calados se mantiene una temperatura constante de entre 13 y 15 grados, y un alto porcentaje de humedad, situación que ofrece las condiciones idóneas para los vinos. En su interior se ubican las cubas de madera o los depósitos de cemento en los que se dejaba reposar el vino. Al lado, las barricas, garrafas y otros envases para la trasiega. Normalmente, desde lo profundo del calado y hasta la superficie hay un conducto que permitía la ventilación y la salida del tufo, un gas tóxico absolutamente letal que se ha cobrado históricamente muchas vidas.
En cualquier caso, los asistentes pudieron degustar en los calados centenarios los vinos ofrecidos por al menos una quincena de bodegas que siguen teniendo su base en Baños de Ebro, desde donde exportan su producción a medio mundo. El acontecimiento, además, tenía unos invitados de excepción: una amplia representación de vecinos de Laredo (Cantabria), encabezados por su alcalde, Ángel Vega, y por la concejal de Turismo y Festejos, Laura Recio. La relación entre ambos municipios se remonta a hace 25 años. Entonces comenzaron los contactos entre bodegueros y hosteleros laredanos para introducir en la villa pejina caldos jóvenes y frescos de Rioja Alavesa con los que renovar la oferta de cara a una clientela cada vez más entendida. Aquellas relaciones comerciales acabaron fraguando en un estrechamiento de lazos culturales entre ambos municipios, que ahora se quiere reforzar.
El alcalde de Baños de Ebro, Roberto Blanco, lo confirmaba al afirmar que el encuentro respondía "a la buena amistad que hay entre los dos pueblos, ya que desde hace décadas los vinos de Baños de Ebro se comercializan en Laredo y a través de esa relación llegamos a conocernos y a colaborar". De hecho, en el breve pregón con el que les dio la bienvenida afirmo que "los caminos que se separan se vuelven a juntar con el tiempo. Laredo celebra La Salve con el desembarco de Carlos V y nosotros llevamos su heráldica (la de Carlos V) en nuestro escudo de armas. Creo que son caminos que vuelven a encontrarse y hoy nos sentimos felices de que estén aquí con su coral de Las Panchoneras y sus sardinas".
Por su parte, Ángel Vega señalaba que "Laredo es la playa natural de toda esta área y todos los vecinos de Rioja Alavesa y de Álava en general son verdaderos amigos. Ahora aprovechamos que dos culturas que creo que es muy bueno mantener y promocionar, como es la del vino, y la de la música, porque Laredo es el único pueblo de España que se escribe con tres notas musicales -la, re y do-, estrechen su relación en encuentros como este que hoy vivimos".
Con este objetivo, el pasado año el alcalde de Baños de Ebro, Roberto Blanco, y miembros de su Corporación acudieron como invitados a la fiesta del último Desembarco de Carlos V que se celebra en Laredo en el mes de septiembre, un recuerdo de la llegada del emperador para trasladarse posteriormente a Toledo, entonces capital del imperio español.
En aquella ocasión la comitiva riojanoalavesa aprovechó para llevar alrededor de quinientos litros de vino donados por la veintena de bodegas que tienen su base en esta población. Y ahora, gracias a las gestiones realizadas por la concejal de Turismo de Laredo, Laura Recio, se ha devuelto esta visita con visos de continuidad. Además de la fiesta, en el encuentro entre representantes institucionales de ambos municipios también se empezó a trabajar en los preparativos de la devolución de visita a tierras cántabras. Una cita cuya concreción en la agenda habrá de adaptarse a lo que disponga el exigente calendario de la vendimia.