Vitoria. Valdegovía despertó ayer con una desagradable resaca, la que ha provocado el importante incendio forestal desatado a primera hora de la tarde del miércoles en la zona y que, por fortuna, se encuentra ya totalmente controlado. Habría que regresar diez años atrás en el tiempo para recordar un fuego de grandes dimensiones en esta comarca, aunque según los últimos datos oficiales recabados por la Diputación alavesa parece que éste no será tan grave como se había estimado en un principio. Cerca de 55 hectáreas de masa forestal, sobre todo de pino silvestre, han sido finalmente pasto de las llamas en Valdegovía, a las que habría que sumar una pequeña zona calcinada de superficie agrícola. Gracias al excepcional trabajo de Bomberos y voluntarios, difícilmente se llegará a las 70 hectáreas de superficie total arrasada en la zona, la cifra de la que se habló desde instancias oficiales a primera hora de la mañana. Los cálculos más pesimistas la elevaron incluso a 100.

Controlado el peligro, que no eliminado completamente, las autoridades se afanaban ayer en esclarecer las causas exactas del incendio, declarado en la localidad de Valluerca, al tiempo que varios retenes de los Bomberos refrescaron la zona durante todo el día para evitar que las llamas volviesen a despertar. El servicio de montes de la Diputación alavesa, así como la Ertzaintza y los Miñones, todavía investigan el origen de un fuego que varios medios de la comarca, entre ellos el alcalde de Valdegovía, atribuyeron ayer a la chispa de una cosechadora. Algunos vecinos negaron la mayor. Lo único demostrable, según advirtió la Diputación, es que el fuego se originó en un campo de cereal ubicado entre Valluerca y Acebedo y, posteriormente, éste saltó a la anexa zona forestal. Las altísimas temperaturas que sufrió el territorio el miércoles, cercanas a los 35 grados, unidas a la exuberante vegetación de la zona, hicieron el resto.

Los hechos se precipitaron pasadas las 14.00 horas, cuando los Bomberos recibieron el aviso de que el fuego habían comenzado a devorar con violencia el rico patrimonio forestal de Valdegovía. Las llamas, que cobraron proporciones preocupantes a primera hora de la tarde, se mantuvieron activas en tres frentes, pero los efectivos trasladados a la zona lograron contener su avance hasta dar por estabilizado el incendio pasadas las 00.00 horas de ayer. Sesenta adolescentes que estaban de campamento en el cercano pueblo de Corro y que fueron evacuados por precaución pasaron la noche en el cercano albergue del Santuario de Angosto.

A los Bomberos de Vitoria y a los de la Diputación alavesa se sumaron en la extinción de las llamas los efectivos de las unidades comarcales de extinción de incendios y salvamento (UCEIS), Miñones, los Bomberos de Miranda de Ebro, un helicóptero de la Ertzaintza y un hidroavión llegado desde Zaragoza. En total, 35 efectivos profesionales y un número importante de voluntarios, que comenzaron a abandonar el lugar paulatinamente. También se desplazaron a la zona para preocuparse por la situación la teniente de diputado general, Marta Alaña, y el diputado de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo.

Tras una larga noche, ayer por la mañana permanecían en Valdegovía un retén de los Bomberos y personal de la Diputación para vigilar que el fuego no se avivase. Los profesionales refrescaron el monte durante todo el día y, de hecho, estaba previsto que dos retenes compuestos por entre seis y ocho Bomberos y dos camiones volviesen a hacer esta última noche en la zona para seguir controlando la situación.

Campezo Cuando parecía que la tranquilidad por fin se había instalado en el territorio tras ponerse bajo control la situación en Valdegovía, un nuevo incendio se desató ayer por la tarde en la muga de Álava con Navarra, junto a Santa Cruz de Campezo, aunque por fortuna sin grandes consecuencias. Al menos, en la provincia, porque el Gobierno navarro sí dio cuenta de la quema de entre 40 y 50 hectáreas en el territorio vecino.

El fuego se declaró cerca de las 13.00 horas entre la localidad navarra de Zúñiga y Santa Cruz y fue controlado alrededor de las 16.00 horas sin afectar a ninguna hectárea de masa forestal alavesa. Las llamas se originaron en unos rastrojos, aunque posteriormente se extendieron a una zona de encinas, en la que se puso especial empeño para evitar la propagación de las llamas, ya que se trata de una extensa masa forestal en una zona de acceso difícil, según informó la agencia de noticias Efe. Desde Álava se movilizaron para sofocar el incendio tres bomberos de Agurain, un camión forestal con su correspondiente brigada, una excavadora y doce voluntarios.