La nave rusa Soyuz TMA-05M partió ayer rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) con tres cosmonautas a bordo que completarán durante los próximos seis meses un experimento científico para prevenir los desastres naturales en nuestro planeta. "La fase más tensa y complicada ha sido completada con éxito. Acabo de hablar con los cosmonautas y están bien", afirmó Vladímir Popokvin, jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos. La nave despegó desde el cosmódromo kazajo de Baikonur a la hora prevista, las 02:40 GMT, con ayuda de un cohete portador Soyuz FG y nueve minutos después de su lanzamiento, ya en órbita, la nave inició su vuelo autónomo hacia la plataforma orbital, según el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.