parís. La ciudad alpina francesa de Chamonix acogió ayer a las familias de los nueve fallecidos por una avalancha registrada este jueves en el Mont Blanc, al tiempo que la Fiscalía investiga las causas del suceso y analiza si hubo algún tipo de responsabilidad humana.
Dos montañeros españoles, tres alemanes, un suizo y tres británicos murieron en la madrugada del jueves arrastrados por un alud de nieve cuando se disponían a acceder al macizo por la vía del Monte Maldito, mientras que otros quince excursionista resultaron heridos. El fiscal de Bonneville, Pierre-Yves Michau, que está al frente de la investigación, explicó ayer que esclarecer las causas puede llevar "semanas o incluso meses", pero dijo que los primeros indicios apuntan a un accidente natural que forma parte de los "riesgos objetivos" de la montaña.
La investigación ha sido encargada al Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña de Chamonix (PGHM) y a una brigada especial, que comenzó el jueves sus trabajos y planea interrogar a testigos y supervivientes del grupo de alpinistas, entre los que hay suizos, serbios, alemanes, estadounidenses y daneses. A falta de conocer los resultados, los expertos coincidían ayer en que a priori y tal como lo explica el director de la Asociación Nacional francesa para el Estudio de la Nieve y de las Avalanchas (ANENA), Dominique Létang, la balanza se decanta hacia el lado de la "fatalidad".