La enfermera que cometió el error médico que provocó la muerte el 13 de julio de 2009 de Rayan, el bebé prematuro cuya madre fue la primera víctima mortal en España de la gripe A, fue condenada ayer a seis meses de prisión. La sentencia consideró que la enfermera es autora de un delito de homicidio por imprudencia grave y le ha impuesto además una pena de inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión durante un año y seis meses. Rayan falleció horas después de que la enfermera suministrara "nutrición enteral" por vía periférica cuando la alimentación que debía haberle dado era leche por sonda nasogástrica.
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