GASTEIZ. La directora de Emakunde, María Silvestre, ha presentado hoy en Gasteiz un estudio sobre las mujeres inmigrantes en Euskadi, en el que se destaca que uno de cada cuatro extranjeros residentes en el País Vasco es mujer latinoamericana, la mayoría de las cuales trabajan en los sectores de servicios y cuidados, tanto del hogar como de personas mayores.

De hecho, de los 144.500 extranjeros que viven en Euskadi (el 6,5 % de la población total), el grupo más numeroso es el de los latinoamericanos (41,8 %), seguidos de los europeos (24,9 %), los africanos (22,4 %) y los asiáticos (6,5 %).

En todos estos colectivos los hombres son más numerosos que las mujeres, excepto en el caso de las latinoamericanas (36.600 mujeres frente a 23.800 hombres), y representan el 25,3 del total de mujeres extranjeras.

Emakunde concluye que esta importante presencia de mujeres latinoamericanas responde a las necesidades de la sociedad vasca, que las contrata fundamentalmente para trabajos de cuidados y para los servicios.

Esta apuesta implícita de los vascos por las mujeres latinoamericanas tiene, según Emakunde, una contrapartida, y es que la población femenina africana, tanto la norteafricana como la subsahariana, tiene más riesgos de exclusión y estancamiento.

De hecho, los dos grupos que mayor vulnerabilidad presentan y que plantean retos de gran calado son primero las mujeres africanas y después las chinas, señala el estudio.

En su conjunto, de cada diez mujeres inmigrantes cuatro están ocupadas en el servicio doméstico y más de tres trabajan en el comercio y la hostelería.

Por ello, Emakunde considera que la llegada de las trabajadoras extranjeras ha propiciado dos cambios estructurales en Euskadi: ha favorecido la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, dado que las inmigrantes se ocupan de trabajos domésticos, y ha paliado el "grave problema de envejecimiento poblacional".

Según el estudio, el hecho de que las inmigrantes trabajen en sectores como el servicio doméstico, el comercio y la hostelería ha permitido que Euskadi pase de una tasa de ocupación femenina del 38,7 por ciento en 1998 al 58,7 por ciento en 2010.

Respecto a su aportación económica, el informe señala que ya sea de forma regular o clandestina, a través de la aportación directa a la Seguridad Social o de impuestos indirectos, las mujeres extranjeras generan renta y riqueza.

La tasa de actividad de las mujeres extranjeras es el doble que en las autóctonas, producen al menos el 1,7 por ciento de la renta que se genera en la economía vasca y son "contribuyentes netas a la hacienda vasca", ya que de las 39.000 inmigrantes ocupadas, cerca de 31.000 cotizan a la Seguridad Social.

Además, contribuyen a la economía vasca como consumidoras, ya que en 2010 el consumo de las extranjeras generó unos ingresos fiscales en relación con el IVA que se estiman en 45,2 millones de euros.

Por esta actividad de generación de riqueza y de contribución a la demanda, se calcula que las aportaciones fiscales de las mujeres extranjeras en Euskadi fue de 224,1 millones de euros en 2010, un importe "muy superior", subraya Emakunde, a los ingresos que perciben por rentas no laborales, como ayudas sociales o prestaciones por desempleo, que alcanzaron ese mismo año los 142,3 millones de euros.