Bilbao. Hay inquietud entre los pacientes vascos ante el copago farmacéutico. En los medios de comunicación les dicen que aquí no tendrán que pagar los medicamentos y que todo seguirá igual, pero muchos, sobre todo los pensionistas, no acaban de creérselo. Tienen miedo, además, la incertidumbre es total. Lo es no solo para los usuarios del sistema, también entre los profesionales de Osakidetza y muchos farmacéuticos "que nos estamos enterando de las posiciones del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, por la prensa", explica una facultativa de un ambulatorio con más de dos décadas de experiencia en el Servicio Vasco de Salud.

El primer día de julio será recordado no solo por la euforia que desata el fútbol, sino también porque el copago y repago en las medicinas rascará a la ciudadanía el bolsillo hasta el fondo, especialmente a los jubilados. Desde ayer, los pensionistas del Estado, a excepción de los vascos, dejarán de tener gratis los medicamentos. Pagarán un 10% de los fármacos con unos topes mensuales de 6, 18 y 60 euros mensuales en función de la renta. Para la población activa el porcentaje a abonar aumentará desde el 40% actual al 50%, si no superan los 100.000 euros de renta. Los que la rebasen, el 60%. La entrada en vigor del repago obligará a toda la ciudadanía a acudir a la farmacia con su tarjeta sanitaria (TIS).

Según el Gobierno central, la normalidad fue la característica de la primera jornada del nuevo modelo de copago de recetas de la sanidad pública en el Estado, aunque usuarios y farmacias se han quejado, según los casos, por la subida de los medicamentos, la premura de la medida, falta de información y problemas informáticos.

Normalidad Los sistemas de transmisión de datos asociados al nuevo modelo, en el que cada ciudadano tiene asignado un código que marca el porcentaje del precio de venta que debe abonar por nivel de renta, "está funcionando con absoluta normalidad", insistió la secretaria general de sanidad, Pilar Farjas, tras mantener una ronda de contactos con los consejeros de las autonomías donde se aplicó la medida.

De las Comunidades insumisas -Andalucía tampoco lo aplicará- Euskadi es quien más lejos ha llevado la oposición al copago, por no estar de acuerdo con su implantación. No solo ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra el real decreto del Ministerio de Sanidad que recoge el aumento de la aportación en el pago de los medicamentos. Además, el Ejecutivo vasco aprobó el martes un decreto propio que anula los principales (y más polémicos) contenidos de la norma estatal. Mantiene los actuales niveles de aportación (40% del precio del fármaco para la población activa y gratis para los pensionistas), lo que deja sin efecto el copago. Asimismo, Osakidetza sigue garantizando la asistencia gratuita a extranjeros en situación irregular, aunque deberán estar empadronados como mínimo un año en algún municipio vasco.

Los profesionales de Osakidetza empezaron a recibir el jueves y el viernes las directrices de aplicación ante las distintas situaciones a las que tendrán que enfrentarse, ya que Osakidetza, aunque no aplicará a sus asegurados el repago farmacéutico en función de la renta, sí lo hará a los usuarios con tarjetas sanitarias de fuera de Euskadi.

Sin información "Todo se está haciendo de forma precipitada y desorganizada". Así lo perciben los sanitarios vascos, que censuran haberse enterado por la prensa de las propuestas del Bengoa en torno al copago y al medicamentazo. "Cuando me llegó (por el viernes) un correo electrónico de Osakidetza con ocho archivos donde iban todas las indicaciones a seguir, ya habían sido publicadas en los medios. Es toda una declaración de intenciones a las que nos tienen acostumbrados el Departamento de Sanidad", añade la sanitaria de Osakidetza.

Los parados sin subsidios se van a ver favorecidos por el real decreto ley con el que el Gobierno de Rajoy busca garantizar la sostenibilidad del Sistema de Salud. De hecho, no van a pagar nada, mientras que ahora aportan un 40% .En Euskadi, tampoco, al igual que los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). En esta línea, Osakidetza espera que la receta gratuita beneficie a cerca de 100.000 personas que hasta ayer pagaban. La cifra definitiva se sabrá en cuanto se termine de cruzar los datos de Osakidetza con los de Lanbide y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Esta medida supondrá un desembolso anual de tres millones de euros.

"Nos están volviendo locos", indica una especialista de un centro de salud. "Entre las instrucciones del copago, el medicamentazo que se avecina y la receta electrónica que nos retrasa el trabajo, están sembrando el caos", recalca refiriéndose a los responsables de Osakidetza. "Llevo veintitantos años trabajando y nunca había visto un cabreo semejante entre los profesionales. Hay gran incertidumbre".

Las cartas enviadas por Osakidetza a los profesionales para que puedan ofrecer información a sus pacientes "nos han centrado un poco", cuenta un especialista de un ambulatorio. "Hasta ahora estábamos un poco perdidos. Por lo menos, a la gente que pregunte y demande datos, les podremos dar la copia destinada a ellos donde se les explica que no les afectará las medidas del Gobierno central y también qué tienen que hacer en caso de necesitar una receta y estar fuera de Euskadi", subraya.

Desasosiego Para este especialista "las prisas excesivas", además de jugar malas pasadas, están provocando un gran desasosiego. "Se nota que urge empezar con el copago y el medicamentazo, que tienen plazos. No han consultado con nadie y no sé hasta qué punto han medido las consecuencias. Los motivos ha sido solo economicistas. Hubiera estado bien haber contado con los profesionales sanitarios".

En su opinión, el medicamentazo -la exclusión de la lista de medicamentos financiados de más de 400 fármacos- saca algunos obsoletos pero también otros muchos más eficaces. "Puede provocar que se recurra a otros aún cubiertos y más caros. El riesgo claro de desplazamiento de la prescripción existe.", añade. Por ejemplo, una alternativa a la codeína y paracetamol más caros pero que no salen de la lista. "Esto no solo es más caro, sino que provoca que el paciente se esté tomando algo que no necesita realmente", dice.

En esta misma línea, Juan Luis Uria, presidente de la Asociación por el Derecho a la Salud (Osalde), advierte que "ya ha ocurrido en anteriores ocasiones". Una opinión compartida por la Federación de Asociaciones para la defensa Pública, que alerta del riesgo de claro de desplazamiento de la prescripción hacia fármacos más caros que no salen de la lista.

"A los pacientes - añade el sanitario- les noto con cierta resignación ante la situación de desorden que están viviendo y con un punto de cabreo. A ver en qué acaba, porque a veces la resignación acaba explotando". Lo dice por propia experiencia, ya que la disconformidad de la población por los tijeretazos sanitarios "se ve reflejada en la consulta. De una forma u otra tienes que explicar las cosas, aunque no creas en ellas, más que nada por calmar los ánimos".

paso atrás De cara a los usuarios de sanidad, las medidas del repago y la desfinanciación de los fármacos son vistos como un paso atrás por los sanitarios vascos. "En estos tiempos de crisis puede suceder que si tienen que pagar algunos pacientes verán agravadas sus dolencias", reconoce una médico de primaria de un centro de salud.

Al igual que los médicos, los farmacéuticos ven plausible que se produzca el efecto contrario al del ahorro perseguido por el medicamentazo. "Puede suceder, ya que la presión de los pacientes sobre los médicos es muy grande", reconoce Elena Artetxe, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia. "Desde el punto de vista sanitario, la exclusión de los 425 fármacos de la cartera pública de prestaciones no es una buena noticia ni para los usuarios ni para las farmacias", añade.

Los sanitarios alertan que cada vez que hay un medicamentazo los mayores se inquietan. Para los jubilados los fármacos son su seguro de tranquilidad. A pesar de ello, los Colegios de Farmacéuticos de Álava y Bizkaia no han detectado una mayor afluencia de mayores a las boticas para hacer acopio de productos. "Por ahora ahora solo han notado la actividad propia del verano".

Por otro lado, el anuncio del Gobierno de Rajoy de desfinanciar 435 medicamentos a partir del 1 de agosto hace que las farmacias rechacen dispensar recetas para ese mes y setiembre. En estas fechas suele ser habitual que muchos mayores se desplacen a pasar el verano fuera de Euskadi. Por ello, acostumbran a ir al médico para hacer acopio de medicamentos para todo el verano.

Sin embargo, en esta ocasión las farmacias vascas no dispensarán recetas para más allá de este mes de julio. No pueden adelantar medicamentos con fechas de agosto o setiembre, ya que aún no saben a ciencia cierta qué va a ocurrir: No pueden vender a precio subvencionado productos que, dentro de un mes, es posible que estén desfinanciados.