Vitoria. Como director de KZgunea y vicepresidente de la Asociación de Comunidades de Redes de Telecentros de España, Txomin Alcorta inauguró ayer el primer congreso internacional sobre el tema. La dificultad de conjugar la brecha digital entre jóvenes y mayores y dar pasos hacia el futuro para no quedarse atrás ante una tecnología que avanza a ritmo vertiginoso centran el debate sobre el papel de estos recursos dentro de la era tecnológica.
¿Qué es un telecentro?
En el País Vasco, un KZgunea. Aquí nace hace once años con el objetivo de la brecha digital. Era acercar la informática al ciudadano porque no todos tenían ordenar y línea ADSL en casa y lo que se hacía era que en todos los municipios hubiera un centro donde navegar gratis y enseñar nuevas tecnologías. Luego, además de Internet básico, ofrecemos otros servicios, como comunidades virtuales, cuenta de correo o cómo trabajar con la e-administración.
El objetivo era romper la brecha digital, ¿se ha conseguido?
Los datos del Eustat decían que en 2005, el 35% de la gente mayor de 16 años navegaba en Internet. En 2011 indican que ahora es el 72%. Ahora cualquiera tiene ordenador y creemos que KZgunea ha tenido una parte pequeña de culpa en ese acercamiento. Estamos por encima de la media de España, pero muy lejos de Europa. Y luego, hay otra brecha entre mujeres y hombres, donde las primeras lo manejan menos.
Los mayores no han entrado en la era digital y la población está envejecida. ¿Sigue siendo un reto?
La evolución natural, el cambio generacional lleva a que los jóvenes saben navegar. Pero seguimos trabajando en la brecha digital.
¿Se da ya por perdido entonces al colectivo de los mayores?
No, estamos en ello. Porque la Administración ha cumplido con la ley que le obliga a poder hacer las tramitaciones a través de nuevas tecnologías. Lo que ahora no puede ser es que un ciudadano no pueda hacer un padrón porque no sabe o no tiene ordenador en casa. Hay que enseñarle.
¿Cuáles son los retos de futuro de KZgunea?
Estamos hablando de otras cosas que hemos visto en esta crisis, como la innovación, las redes sociales y el trabajo. La clave de KZgunea es que colaboramos con diversos departamentos. Cuando nació fue un proyecto común de todos los ayuntamientos y el Gobierno.
Habláis de creación de empleo para jóvenes y del impulso a la creación de pequeñas empresas. ¿Pueden contribuir a estos males endémicos del sistema laboral actual?
Yo creo que sí. Primero porque la brecha digital en los parados es importantísima. Con la crisis que hay, no dominar las nuevas tecnologías es un handicap importante para encontrar trabajo.
Los chavales de hoy en día son más globales que nunca, pegados al móvil o sus ordenadores y a través de las redes sociales. ¿Quien no maneja hoy en día las nuevas tecnologías no existe?
Antes un KZgunea sin un ordenador parecía inviable pero, en este momento, la tecnología dice que el ordenador va a ser el móvil. Todo el mundo tiene uno, que cada vez es más potente y te puedes bajar el correo, navegas en Internet... Y la gente joven se está acostumbrando a usar el ordenador sólo para aplicaciones determinadas. Pero, realmente, el ordenador potente va a ser el móvil personal de cada uno. La visión de futuro es un centro con dos asesores y buenas comunicaciones.
Habla de un mundo de conocimientos más que básicos. ¿Qué va a pasara con aquellos que todavía se pelean con el móvil sin Internet?
Hay una brecha que nadie comenta y es la de quien no quiere aprender. Hay una parte de la población que dice preferir ir a la ventanilla y que le atienda una persona a hacerlo por Internet. Prefiere ese trato y no quiere saber nada de tecnología. Es una brecha militante que también hay que respetar.