Andoain. Un estadounidense de 21 años fue detenido la madrugada del lunes por matar presuntamente a su compañero de habitación, un hombre de 52 años natural de Sierra Leona, en una vivienda abandonada de Andoain en la que vivían un grupo de okupas.

Al parecer, y según las primeras investigaciones, víctima y acusado habrían mantenido una fuerte discusión días atrás tras la cual, el presunto agresor mató a su víctima con un martillo, para después, esconder el cuerpo envuelto en varias mantas en un armario de la vivienda, donde estuvo varios días.

Según relataron ayer algunos ocupantes del inmueble, llevaban una semana sin saber nada de Moisés, el hombre de 52 años y natural de Sierra Leona que llevaba varios meses viviendo en el edificio. Uno de sus compañeros, quien encontró su cadáver la noche del lunes, había estado preguntando al resto de ocupantes de la vivienda si sabían algo de su "amigo", pero ninguno parecía saber nada salvo un compañero americano, que aseguraba que Moisés se había "marchado".

Sin embargo, la noche del lunes, los compañeros de Moisés encontraron su cuerpo, envuelto en mantas, en uno de los armarios de la vivienda.

Fue uno de ellos, visiblemente nervioso, quien se acercó al bar Burun-tza, cercano a la casa ocupada a pedir auxilio. "Llegó un hombre muy nervioso que insistía en llamar a la Policía. Decía que un americano había matado a un amigo pero no decía nada más porque estaba muy nervioso y no hablaba bien castellano", relató ayer a ETB Pablo Barrutia, propietario del bar.

Fue el propio Barrutia quien, viendo el estado de ansiedad en el que se encontraba el hombre, alertó a la Policía municipal de Andoain de que algo estaba ocurriendo en la vivienda ocupada.

Hasta allí se desplazó una patrulla de municipales, que descubrieron que del primer piso de la vivienda emanaba un olor muy desagradable. Tras inspeccionar las habitaciones, los agentes encontraron en uno de los armarios un cuerpo envuelto en mantas en estado de descomposición y con signos de haber sufrido una muerte violenta, por lo que alertaron a la Ertzaintza. Los agentes de la Policía vasca se personaron de inmediato en el lugar y procedieron a identificar a todos los ocupantes del edificio, en torno a una decena de hombres, la mayoría de origen africano. Fue entonces cuando arrestaron al joven de 21 años, de nacionalidad estadounidense, como presunto responsable del homicidio. El joven fue trasladado a dependencias policiales a la espera de que pase a disposición judicial en las próximas horas.

"Nada conflictivos" El número 30 de la calle Kaletxiki de Andoain, donde fue encontrado el cuerpo de Moisés, es un edificio ruinoso, pendiente de derribo, que lleva varios años ocupado por inmigrantes. Se encuentra muy cerca del centro del municipio, a escasos metros de la estación de Renfe y al lado de un colegio.

Según relataron a la agencia Efe varios vecinos del barrio, los ocupantes del inmueble no habían protagonizado ningún altercado en el barrio. "No se metían con nadie", coincidieron varios vecinos. Asimismo, fuentes de la Policía municipal confirmaron a este periódico que "no se han registrado altercado o denuncia alguna contra estas personas en los años que llevan en el municipio". Por su parte, los vecinos detallaron que la mayoría de ellos son "hombres negros de origen africano", aunque al parecer, en los últimos meses había llegado a la vivienda "un italiano blanco". Estos vecinos describieron al presunto homicida, a quienes sus compañeros conocían como el americano, como "un chaval muy majo de aspecto". Asimismo, quienes conocían a la víctima contaron que era un hombre que había llegado a la vivienda "hacía unos meses", que era "muy corpulento", y que solía merodear por la zona "pidiendo tabaco" aunque siempre mantenía un comportamiento "muy tranquilo".