vitoria. No hace ni un mes que el Ayuntamiento de Vitoria anunció que no iba a permitir a los comercios exponer sus mercancías en la calle y ya se han detectado las primeras infracciones. Un total de tres establecimientos han sido sancionados por resistirse a guardar sus productos en el interior.

Según explicó ayer el gobierno municipal, todos los expedientes abiertos hacen referencia a faltas de carácter leve por reincidir tras un primer aviso. Así, deberán pagar una multa de entre 300 y 500 euros. La medida no ha sentado nada bien entre los comerciantes de la ciudad, especialmente entre los minoristas, que recuerdan que llevan años exponiendo su género en la calle.

La práctica está prohibida por una ordenanza municipal que impide usar las aceras como sala de exposición y venta. Sin embargo, ésta no se había aplicado hasta ahora. El ejecutivo local justifica este cambio de rumbo en la aparición de quejas por parte de vecinos y empresarios. "No hemos tenido más remedio que ponernos manos a la obra", señaló ayer el concejal de Promoción Económica, Fernando Aránguiz.

Desde comienzos de este mes, los agentes de la Policía Local se encargan de vigilar los establecimientos de la ciudad para que ninguno deposite sus artículos en la vía pública. El propio alcalde, Javier Maroto, explicó hace unas semanas que había dado instrucciones a los agentes para acabar con esta práctica en la capital alavesa y que la comunicación se estaba haciendo con "cordialidad". Pero al parecer, hay propietarios que pese a las advertencias han seguido dejando la mercancía en la calle.

Hasta la fecha, el Ayuntamiento permitía hacerlo siempre y cuando los productos estuvieran a más de 60 centímetros de la calle. Así lo recomendó el propio Departamento municipal de Salud y Consumo (Demsac) en 2007, cuando se abrió el debate. Sin embargo, el gobierno local recuerda que debe hacer cumplir también un Real Decreto que prohíbe expresamente la exposición de productos de alimentación por cuestiones de sanidad.

El PSE, por su parte, le recordó que la capital alavesa cuenta con una ordenanza de venta ambulante que sí permite sacar el género a la calle, por lo que instó al gobierno local a que la aplique.