Vitoria. En la comisaría de la Ertzaintza de Vitoria no hay, según denuncia el sindicato ErNE, buen ambiente laboral. Los portavoces de la central hablan de acoso, de proliferación injustificada de expedientes disciplinarios y de persecución a los agentes, sobre todo, a aquellos que no tienen la plaza en propiedad y que se encuentran en la capital alavesa en comisión de servicios. El sindicato independiente asegura que el día a día resulta insostenible, ya que a la precariedad de los recursos se suman ahora las trabas impuestas desde la Jefatura y citan al jefe de Unidad, José Ramón Uria, que lleva unos dos años destinado en Gasteiz, como máximo responsable e instigador de esta situación. Por ello, han convocado para este martes 26 de junio a las 13.45 horas una concentración frente a la comisaría de Portal de Foronda bajo el lema Esta Jefatura Putea y Discrimina.

El Gran Hermano te vigila, reza el encabezamiento de la convocatoria del acto de protesta. Según explican los portavoces de ErNE, todo empezó hace más o menos cinco meses. Aseguran que por aquellas fechas, la jefa de Operaciones del Grupo 1 comenzó a cuestionar todas y cada una de las actuaciones que llevaba a cabo uno de los agentes, delegado de este mismo sindicato. "El comisario, lejos de atajarlo, permitió que aquello siguiera adelante y poco después se sumó a esta política de persecución a sus subordinados. Anteriormente fue jefe de la Unidad Disciplinaria y parece que le cogió el gusto al puesto, así que sigue siendo una especie de justiciero", afirman.

Como resultado de aquel proceder, comenzaron a surgir expedientes disciplinarios, "arbitrarios e injustificados" de distinta gravedad que aún están en tramitación. Toda una novedad, ya que anteriormente, tal y como indican los representantes sindicales, "esto sólo sucedía excepcionalmente, no era una práctica habitual".

También se incrementaron las amonestaciones por faltas leves, un trámite que, según aclaran desde ErNE, "el nagusi (comisario) puede controlar de principio a fin". "A diferencia de otros expedientes, que se remiten a oras instancias, las faltas leves pueden ser iniciadas y aplicadas por el jefe de Unidad, y pueden significan hasta cuatro días de empleo y sueldo", agregan. Hechos tan triviales como incluir un portallaves no reconocido oficialmente en el uniforme, pueden desencadenar la apertura de una de estas faltas.

Dos agentes en comisión de servicio han perdido este privilegio y, al no disponer de plaza en propiedad en Vitoria, han sido obligatoriamente trasladados a otros destinos. "Participaron en actuaciones que no fueron del agrado del nagusi y éste les revocó las comisiones de servicio. Ahora, cualquiera de los que están en esta misma situación prefiere no participar en ninguna actuación para no jugársela".

Cualquier queja ciudadana sobre un agente es tenida en cuenta mientras que la opinión de los ertzainas, tal y como denuncia ErNE, es obviada. "Lo último que hace es solicitar un informe al agente para conocer su versión. Por ejemplo, el el gps se utiliza para saber si el agente ha estado en un punto en concreto y, si no está donde se calcula que debería estar, se inicia la apertura del expediente correspondiente sin ni siquiera preguntar al interesado el porqué de esa parada, que podría estar perfectamente justificada", aseveran.

"Los agentes destinados en Vitoria tienen una experiencia de entre seis y treinta años, así que saben cómo hacer bien su trabajo. Ya hay suficiente delincuencia como para que, además, nos pongan trabas desde Jefatura", añaden.