Vitoria. "Se acabó la fiesta". No es la primera vez que el Gobierno foral emplea esta expresión cuando tiene que hablar sobre la situación económica en la que se encuentran los municipios alaveses. Ayer lo volvió a decir, y además lo hizo en un tono más elevado aún que en ocasiones anteriores, arremetiendo duramente contra los ayuntamientos que "lejos de constreñir el gasto, lo han aumentado".
No quiso generalizar, pero sí citó algunos casos de "despilfarro de dinero". "Hay gente que no ha entendido el mensaje", aseguró el diputado foral de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo. Entre las distintas situaciones que le han llegado a su despacho en los últimos meses, recordó el de ciertos consistorios con dificultades para hacer frente al pago de las nóminas que, sin embargo, "han pedido dinero para hacer una piscina o un txoko". O el de alcaldes que pagan un salario de 50.000 euros anuales a un empleado por realizar las labores de limpieza. El de los sueldos es una de las cuestiones que más enfada al ejecutivo foral. "Es de esquizofrenia. Hay personal contratado a dedo que cobra más que cualquier técnico de la Diputación, y eso pasa en muchos ayuntamientos y en todas las cuadrillas", apuntó.
El diputado explicó además que tiene dificultades para conocer la situación real de estas entidades. Recordó que hay tres localidades, en concreto Berantevilla, Armiñón y Laguardia, que no han presentado aún la liquidación de 2011, y la mitad de las localidades alavesas siguen sin hacerle llegar a la Diputación sus presupuestos. "No sabemos en qué van a gastar el dinero", añadió. Según explicó Ruiz de Arbulo, otros recurren a la figura de la sociedad pública para intentar disimular la deuda contraída.
Así las cosas, y con los datos disponibles hasta la fecha, la Diputación ha hecho un nuevo balance de las cuentas de los pueblos. En este sentido, avanzó que existen hasta diez ayuntamientos en situación de ahorro neto negativo, es decir, en situación de quiebra. Se trata de Kripan, Laguardia, Navaridas, Oion, Ribera Alta, Ribera Baja, Agurain, Urkabustaiz, Valdegovía y Valle de Arana. Además, otros ocho municipios del territorio se encuentran en un momento "crítico". Entre todos los ayuntamientos, de los 51 que hay en Álava, acumulan una deuda que supera los 60 millones de euros.
De todos ellos, seis han solicitado ya a la Diputación un plan de viabilidad. El primero de ellos fue Agurain, que es el único que cuenta ya con un proyecto aprobado. El municipio tendrá acceso a un crédito de 3,7 millones de euros para pagar en los próximos 15 años las deudas acumuladas. Pero a la lista de los pueblos que han solicitado la intervención de la Diputación se suman ahora Kripan, Armiñón, Laguardia, Valle de Arana y Navaridas. El diputado de Administración Local precisó, no obstante, que todavía tendrán que estudiar la situación de cada uno de ellos, ya que en el caso de Kripan y Armiñón, por ejemplo, podrían buscarse "otras fórmulas" alternativas al plan de saneamiento.
Horas después de que Ruiz de Arbulo diera conocimiento de todos estos datos en las Juntas Generales de Álava, ya por la tarde fue el diputado general de Álava, Javier de Andrés, quien informó de primera mano de la situación a alcaldes y concejales de las distintas entidades locales del territorio. Durante el encuentro, en el que también estuvo presente el propio diputado de Administración Local, así como el de Hacienda, José Zurita, la Diputación les traslado la necesidad de "reducir" el gasto corriente de sus ayuntamientos para hacer frente a su precaria situación económica. "Garantizar la solvencia de las instituciones tiene que ser un objetivo compartido por todos", afirmó ayer De Andrés.
En este sentido, el dirigente popular, que anunció durante el encuentro una caída de la recaudación de en torno a un 6%, hizo especial hincapié en la necesidad de adoptar medidas eficaces para superar esta situación. "Tenemos que tener en cuenta que nos dirigimos a un nuevo modelo basado en el máximo rigor de las cuentas públicas", añadió el diputado general.
Ya durante la mañana el responsable de Administración Foral había avanzado alguna de las decisiones que el Ejecutivo foral adoptará para reducir el endeudamiento. Entre ellas, las reforma del Fofel, que es el instrumento de financiación de las entidades locales. Pero además, la Diputación asegura que "ayudará" a los municipios a aplicar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga a todas las administraciones a alcanzar el déficit cero antes del año 2020. Asimismo, Ruiz de Arbulo avanzó su intención de "reestructurar" su departamento para contar con mayor número de asesores al servicio de los ayuntamientos.
En este contexto, agravado por dicha caída de recaudación, el diputado general de Álava respondió ayer a las preguntas de los responsables locales, entre los que se encontraban los regidores de los principales municipios alaveses como Llodio, Amurrio o Agurain. A todos ellos les instó a "cambiar de mentalidad" y a adoptar "medidas urgentes". En concreto les hizo llegar la necesidad de reducir el gasto corriente de sus ayuntamiento, así como de ceñirse a sus competencias. En este sentido, la Diputación alavesa les advirtió ayer de que muchos de ellos tendrán que dejar de ofrecer a sus vecinos ciertos servicios, especialmente aquéllos por los que reciben financiación y no les competen, aunque no quiso precisar más sobre esta cuestión.
comparecencia Por otra parte, el grupo juntero EAJ-PNV ha solicitado la comparecencia de todos los diputados forales para que expliquen los recortes que van a aplicar en sus correspondientes departamentos, y que, al parecer, van a afectar a partidas ya aprobadas. Los jeltzales consideran que el gobierno foral debe dar la cara "a la mayor brevedad posible" para conocer en qué medida afectará la modificación del Presupuesto a la población. "Cualquier recorte supone una merma de los recursos con los que contamos todos los alaveses y alavesas; unos recortes que en la actual situación de crisis económica van a agravar sobremanera la situación en la que se encuentran muchos ciudadanos", señaló el portavoz del grupo juntero, Ramiro González.